Inicio EEUU Gobierno estudia verificación obligatoria de estatus como parte de plan de inmigración

Gobierno estudia verificación obligatoria de estatus como parte de plan de inmigración

Tres meses después que la Organización Trump comenzó a usar un programa federal para verificar que los nuevos empleados están autorizados a trabajar en sus instalaciones, la Casa Blanca estudia en serio una propuesta para implementar el programa a nivel nacional.

La implementación obligatoria del uso del programa E-Verify sería parte de una reforma de inmigración creada por un equipo liderado por Jared Kushner, yerno y asesor del presidente.

Según tres fuentes familiarizadas con las discusiones sobre inmigración, la Casa Blanca estudia la verificación obligatoria de autorización de empleo como parte de las medidas de cumplimiento de nuevo paquete de medidas sobre inmigración.

“El plan está avanzando, es inminente. Es una reforma muy profunda en la parte de cumplimiento del E-Verify para calmar las preocupaciones de la derecha sobre el hecho que no se ha reducido la cantidad de inmigrantes autorizados sobre la base de sus destrezas”, dijo una persona familiarizada con el plan.

Kushner reveló el martes a grandes rasgos el nuevo plan de inmigración a legisladores republicanos, que incluye un sistema actualizado de inmigración que reemplaza la autorización de entradas autorizadas de trabajadores con pocas calificaciones con un sistema de méritos basado en inmigrantes con destrezas especiales. El plan también contempla fortalecer la seguridad en la frontera, aumentar el cumplimiento de las leyes de inmigración dentro del territorio nacional y hacer más estricto el procedimiento de solicitud de asilo.

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Stephen Miller (izq.) y Jard Kushner, altos asesores del presidente Donald Trump, escuchan mientras el mandatario habla en una reunión con líderes empresariales en la Casa Blanca en enero de 2017. Evan Vucci AP

La Casa Blanca declinó abordar la propuesta sobre el E-Verify, pero un alto funcionario de la Casa Blanca dijo a McClatchy que la prioridad es detener las entradas ilegales en el país y proteger a los estadounidenses.

“La parte de la inmigración ilegal en el marco actual se centra en asegurar de manera completa y permanente la frontera sur, controlar a los que se quedan más tiempo del que les autoriza la visa y en proteger la seguridad pública”, dijo el alto funcionario de la Casa Blanca.

Kushner lleva meses trabajando con un pequeño grupo que estudia formas específicas de redistribuir las visas de trabajo, y también lidera sesiones con grupos de interés importantes para Trump para determinar si hay una postura sobre la que los republicanos puedan unir fuerzas antes de las elecciones de 2020.

La cada vez más profunda crisis en la frontera con México obligó a Kushner a ampliar el alcance de las medidas cuando Trump hizo cambios en el equipo presidencial que estudia el tema de la inmigración, integró al alto asesor Stephen Miller para liderar las discusiones sobre el asunto y pidió a Kushner que incorporara más medidas de cumplimiento para su plan más amplio centrado en la inmigración legal.

El mes pasado fue especialmente turbulento en las agencias federales que manejan la inmigración, cuando en una semana renunció la secretaria de Seguridad Nacional, Kirstjen Nielsen, y se retiró la nominación de Ron Vitiello al frente de la Policía de Inmigración y Aduanas (ICE). Un alto funcionario del gobierno federal alegó que el Servicio de Ciudadanía e Inmigración, agencia de Seguridad Nacional que maneja la inmigración legal, “cometió errores” al no tomar medidas para estudiar más rigurosamente los casos de solicitud de asilo.

Es poco probable que el plan de inmigración de la Casa Blancas se apruebe en el Congreso, donde los demócratas se mostrarán renuentes a apoyar ninguna medida de cumplimiento que no se compense con un nivel sustancial de legalización de indocumentados que ya están en el país sin autorización de empleo. Los demócratas están trabajando en proyectos de ley para proteger a los llamados dreamers, jóvenes que fueron traídos al país ilegalmente cuando eran niños.

Pero esas fuentes familiarizadas con las conversaciones en la Casa Blanca dijeron que se aceptarían un plan final que importantes facciones republicanas puedan apoyar de cara a las elecciones de 2020.

Eric Trump, uno de los hijos de presidente y vicepresidente ejecutivo de la Organización Trump, anunció en enero que todas las propiedades de la entidad implementarían el sistema E-Verify después de alegaciones de que algunos de los empleados estaban en el país ilegalmente.

El equipo de Trump ahora puede señalar el E-Verify como un ejemplo de que predica lo que hace, dijo Dan Stein, presidente de la organización Federation for American Immigration Reform, que desde hace mucho ha pedido la implementación del E-Verify. Pero citando la mayor aceptación del ex vicepresidente Joe Biden en las encuestas demócratas y su atractivo entre la clase obrera, Stein dijo que a final de cuentas Trump tiene que mostrar que está dispuesto a luchar más duro a favor de los trabajadores estadounidenses.

“El presidente necesita ganar en 2020. Eso significa que el presidente no puede salir con una propuesta que beneficie a los intereses de la mano de obra barata”, dijo Stein. “En su lugar, tiene que tratar de defender a los trabajadores de este país. La única forma de controlar este tema en 2020 es con propuestas que para detener la competencia laboral injusta asociada con la inmigración ilegal”.

La comunidad empresarial se ha resistido desde hace mucho a que la obliguen a determinar si sus empleados están en el país legalmente. El sector agrícola se ha mostrado particularmente preocupado por la implementación E-Verify sin un programa viable de trabajadores invitados para asegurar que el sector tenga los trabajadores de temporada que necesita.

La entidad no gubernamental American Farm Bureau Federation, que representa a familias de agricultores, calcula que implementar el E-Verify en el sector provocaría una baja de producción de $60,000 millones y que el precio de los alimentos aumente entre 5 y 6 por ciento.

Leon Fresco, subsecretario adjunto de Justicia encargado de la Oficina de Litigios de Inmigración durante el gobierno de Obama, dijo que muchas empresas sencillamente no van a aceptar la implementación del E-Verify a menos que también se decida qué hacer con los 11 millones de indocumentados que ya viven en el país.

“Si incluyen el uso obligatorio del E-Verify y no abordan el estatus legal [de los indocumentados] que ya están aquí, eso provocará el rechazo de la comunidad empresarial que no quiere que la obliguen a despedir a muchos empleados que en sus libros tienen un estatus casi legal”, dijo Fresco.

La Cámara de Comercio de Estados Unidos, que cabildeó al Congreso contra la implementación nacional obligatoria del E-Verify durante buena parte de los gobiernos de Bush y Obama, y luchó contra la ley de Arizona que exigía el E-Verify en 2010, desde entonces la ha aceptado si incluye una mejor propuesta sobre trabajadores agrícolas de temporada.

La Asociación Nacional de Fabricantes entregó hace unos meses al gobierno un informe en que alega que necesita llenar 500,000 plazas en el sector de la manufactura, pero también apoyó un sistema obligatorio de verificación de autorización de empleo como el E-Verify.

Robyn Boerstling, quien supervisa el tema de la inmigración para esa asociación, dijo que muchos miembros ya usan E-Verify, pero agregó que lo que necesitan es un sistema más uniforme, confiable y eficiente que limite la responsabilidad de los empleadores y ante las leyes estatales.

“Los manufactureros quieren hacer lo correcto”, dijo Boerstling. “Eso incluye tener algo que sea fácil de usar. Nuestros miembros no quieren infringir la ley o emplear indocumentados”.

Mark Krikorian, director ejecutivo del Center for Immigration Studies, apoya la implementación del E-Verify pero cuestionó si la Casa Blanca está tratando en verdad de conseguir que se apruebe una ley o es más un asunto de campaña para unir a los republicanos. Krikorian dijo que está dispuesto a apoyar las medidas que le han descrito, pero tiene poca fe en que se mantengan en su forma actual una vez que comiencen las negociaciones con los demócratas.

“Ese proyecto de ley empeorará a partir de ahora”, dijo. “Cualquier cosa que se presente va a avanzar en la dirección de las personas que lo negocian. Por eso es que se comienza con un proyecto de ley mucho más ambicioso que este y entonces se acepta algo que pudiera parecerse a lo que se ha planteado ahora”