El jefe de gabinete de la Casa Blanca, John Kelly, hizo una denuncia extraordinaria contra una congresista demócrata el jueves, acusándola de politizar lo que llamó un esfuerzo presidencial «sagrado» para consolar a los afligidos familiares de un soldado asesinado.
Kelly, en una aparición inesperada y emotiva en la sala de información de la Casa Blanca, invocó la muerte de su propio hijo, asesinado en Afganistán en 2010, mientras fustigaba a la representante Frederica Wilson de Florida, quien a principios de esta semana dijo que el presidente Donald Trump había sido irrespetuoso en su llamada de condolencia a la familia de un soldado asesinado durante una emboscada en Níger.
Kelly, hablando pausada y enfáticamente, dijo que estaba «desconsolado» de que Wilson escuchó la conversación y la usó para atacar al presidente.
«Me sorprende que un miembro del Congreso haya escuchado esa conversación», dijo Kelly. «Me sorprende. Y pensé que al menos eso era sagrado».
Trump ha rechazado enfáticamente las afirmaciones de que fue irrespetuoso. Pero él mismo provocó la controversia esta semana cuando se jactó de su compromiso de llamar a los familiares de los militares fallecidos y llevó a Kelly a la controversia preguntándose en voz alta si el presidente Barack Obama había llamado al ex general de la Marina después de la muerte de su hijo.
Kelly confirmó el jueves que Obama no lo había llamado, pero dejó en claro que «eso no es una crítica».
«Eso no es algo negativo», dijo. «No creo que todos los presidentes llamen. Creo que todos escriben».
Reveló que cuando Trump asumió el cargo, instó al presidente a no hacer esas llamadas, diciendo «le dije: ‘Señor, no hay nada que pueda hacer para aliviar la carga de estas familias'».
Pero cuando Trump indicó que quería hacerlo, Kelly le reveló lo que le dijo el general Joseph Dunford, ahora presidente del Estado Mayor Conjunto, cuando Robert Kelly fue asesinado. Kelly recordó que Dunford le dijo que su hijo «estaba haciendo exactamente lo que quería hacer cuando lo mataron. Él sabía en lo que se estaba metiendo. Él sabía cuáles eran las posibilidades porque estamos en guerra».
Y Kelly agregó que Dunford le dijo que «cuando murió, estaba rodeado por los mejores hombres en esta tierra, sus amigos. Eso es lo que el Presidente trató de decirle a cuatro familias el otro día».
Sus palabras fueron un reproche directo a Wilson, quien estaba en el auto con la familia del sargento LaDavid Johnson en Miami cuando Trump llamó el martes. Ella dijo en una entrevista que Trump le había dicho a la viuda que «sabes que esto podría suceder cuando te registraste … pero todavía duele». También se refirió a Johnson como «tu chico», «Wilson dijo, lo que la congresista consideró insensible.
Robert Kelly, de 29 años, murió cuando pisó una mina terrestre en la remota provincia de Helmand, en Afganistán. Su padre, consciente de que el hijo acompañaba a casi todas las patrullas a través de los campos de batalla llenos de mina, pocos días antes había advertido días antes a la familia sobre el peligro potencial, según un informe en The Washington Post.
Kelly dijo el jueves que su familia recibió llamadas de amigos de Robert en Afganistán atestiguando su carácter. Esas llamadas, dijo mientras luchaba contra las lágrimas, fueron las más importantes.
