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La Casa Blanca presionará sobre inmigración y el muro mientras tenga mayoría en la Cámara

La Casa Blanca se apresura a finalizar un nuevo plan de inmigración centrado en medidas que pueden presentarse antes que los demócratas tomen el control de la Cámara de Representantes. El plan incluiría fondos para el muro en la frontera con México, restricciones al asilo y reducciones a la inmigración legal, según cuatro personas familiarizadas con los planes.

Pero el plan ya ha tropezado con oposición de facciones dentro la Casa Blanca, que han exhortado al presidente a presentar un plan más moderado que limite la inmigración legal y proteja a los inmigrantes que llegaron cuando niños al país.

“Hay un cisma en la Casa Blanca sobre este asunto”, dijo Jessica Vaughn, ex funcionaria del Departamento de Estado y directora de Estudios de Política del Center for Immigration Studies. “Hay algunos que piensan que es importante hacer estas propuestas disfrazadas de una reforma de las leyes de inmigración basadas en el mérito. Otros se oponen y quieren más actividad de cumplimiento de las leyes de inmigración”.

La propuesta de cumplimiento más reciente serviría parcialmente como un cambio legislativo permanente de las medidas que Trump anunció el jueves para enfrentar la caravana de migrantes que se acerca a Estados Unidos, invocando poderes de seguridad nacional usados para implementar la prohibición de viajes del año pasado para negar asilo a personas que entran al país ilegalmente.

Los dos planes parecen estar generando una nueva batalla dentro del Partido Republicano entre los defensores de una línea dura en materia de inmigración, liderados por el asesor presidencial Stephen Miller, quien desea modificar radicalmente el sistema de inmigración, y líderes republicanos y empresariales más centristas que prefieren proteger a los llamados dreamers y ofrece más acceso a los trabajadores extranjeros.

Los demócratas ganaron el control del Congreso en las elecciones intermedias del 6 de noviembre, lo que significa que Trump tendrá que trabajar con un Congreso dividido a partir de enero, de manera que esto se considera un esfuerzo de última hora para presentar un paquete de medidas sobre inmigración preferidas por el presidente y otros republicanos. Pero cualquier medida será difícil de aprobar, especialmente las centradas en el cumplimiento, en momentos que el Congreso también trata de evitar un cierre de las operaciones del gobierno federal por cambios en una ley de gastos y trata de aprobar otras medidas complicadas, como una ley sobre agricultura.

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Manifestantes marchan en apoyo a los beneficiarios de los programas DACA y TPS, en el Capitolio, Washington.

José Luis Magana AP

“Creo que el próximo período de sesiones del Congreso es una oportunidad excelente para aprobar una reforma de las leyes de inmigración, de manera que todavía tenemos mucho por hacer cuando regresemos”, dijo el representante Carlos Curbelo, minutos después de reconocer la derrota en su postulación a la reelección el martes. “Espero que tengamos esa oportunidad. Este sería el momento, especialmente porque podemos esperar más empantanamiento en el próximo Congreso”.

El Congreso estará en sesiones durante 12 días laborales entre ahora y el receso navideño, y el nuevo Congreso empieza a funcionar en enero. En esos días tiene que aprobar una ley de gastos antes del 7 de diciembre o el gobierno pierde la financiación para seguir funcionando.

Anteriormente este año, Trump advirtió que es posible que haga falta un “buen cierre” para obligar a los demócratas a aprobar el gasto de más de $20,000 millones en el muro en la frontera. Pero pareció echarse atrás esta semana después del resultado de las elecciones.

Trump dijo en una conferencia de prensa el miércoles “no está necesariamente” comprometido con cerrar el gobierno e indicó que es posible que los demócratas estén dispuestos a trabajar con él.

“Yo hablo con demócratas todo el tiempo y están de acuerdo con que el muro es necesario”, dijo Trump. “Queremos construir todo del muro de una vez, no por tramos”.

Es poco probable que los demócratas estén dispuestos a negociar antes que el muevo Congreso se instale, dado que ganaron 30 escaños, hasta el momento, en las intermedias del martes.

Trump trata de reducir la cifra y controlar un grupo de miles de migrantes que viaja hacia la frontera estadounidense con México. El presidente echó mano a la caravana al final de la campaña de las intermedias del 6 de noviembre, diciendo que en el grupo hay delincuentes y que la caravana equivale a una “invasión” de Estados Unidos. Trump ha ordenado el despliegue de soldados estadounidenses en la frontera.

La Casa Blanca y el Congreso han tratado infructuosamente de formular un plan exitoso para financiar el muro y que a la vez contemple protecciones para los llamados dreamers.

Un panel de tres jueces del Tribunal Federal del Apelaciones del 9no Circuito falló el jueves que Trump no puede eliminar de inmediato el programa DACA, lo que trató de hacer el año pasado después que varios estados amenazaron con demandar para eliminarlo.

El presidente también ha propuesto un plan que financia el muro a cambio de un estatus legal inmediato, y más tarde la ciudadanía, para 1.8 millones de dreamers.

La nueva propuesta que se discute tomaría aspectos de planes anteriores, como uno del representante Bob Goodlatte, republicano por Virginia, que aumentaría las actividades de cumplimiento de la ley. Pero todavía quedan muchas interrogantes sobre las propuestas de la Casa Blanca, como el alcance de los cambios a la inmigración legal y el plan de un sistema de inmigración basado en el mérito, no en la familia, que limitaría los nuevos inmigrantes a personas con conocimientos y destrezas que el país necesita.

La idea de que una propuesta similar pudiera aprobarse ahora ha provocado preocupaciones dentro del Partido Republicano sobre si Trump está perdiendo una de sus mejores oportunidades para usar su autoridad para conseguir la financiación para el controversial muro.

Líderes como el saliente presidente de la Cámara federal, Paul Ryan, y el senador Lindsey Graham, republicano por Carolina del Sur, han exhortado al presidente a llegar a un compromiso e incluir protecciones para los beneficiarios del DACA.

Y los que presionan a favor de una propuesta más moderada en la Casa Blanca han advertido al presidente que cualquier plan tiene que tener algún apoyo de los demócratas y que no llegar a un acuerdo ahora significa que no se construiría el muro que los dreamers podrían ser deportados.

Un alto asistente legislativo republicano dijo que aunque la Casa Blanca está presionando a favor de esta medida, lo más probable es que fracase de nuevo y que el Congreso siga financiando el gobierno federal sin abordar el asunto del muro con alguna clase de promesa de volver a retomarlo en la primavera.

“Es una cuestión más de cómo se ven las cosas”, dijo el alto asistente legislativo republicano familiarizado con el debate. “Habrá muchas poses y llegaremos al límite, la Cámara aprobara algo, pero no avanzará en el Senado”.

Los redactores Bryan Lowry y Alex Daugherty contribuyeron a este reportaje.