«Tengo una enfermedad mental, y lucho contra ella todos los días». Lady Gaga, de 30 años, ha revelado que sufre estrés postraumático por una violación que sufrió cuando tenía 19 años y que, gracias al buen trato de médicos, familia y amigos, ha logrado salvar su vida. La cantante, ganadora de varios Grammy, reveló hace dos años que un hombre de 20 años la había violado, pero no ha sido hasta ahora, en una entrevista que se emitió en el canal NBC este lunes, cuando ha reconocido que le quedan secuelas de esa experiencia contra las que batalla todos los días. «Hoy he compartido uno de mis más profundos secretos», confesó después a través de Twitter. «Los secretos te ponen enfermo y te hacen sentir vengüenza», añadió.
Today I shared one my deepest secrets w/ the world. Secrets keep you sick w/ shame ❤️Watch this video #ShareKindness https://t.co/Rynfxekz3Z
— xoxo, Joanne (@ladygaga) 5 de diciembre de 2016
«Sufro estrés postraumático. Nunca le he dicho esto ha nadie, así que aquí estamos», contó a un atónito grupo de jóvenes LGTB sin hogar en Nueva York. El encuentro entre la estrella y los jóvenes en el Centro Ali Forney fue grabado como parte de la campaña #Share Kindness. Gaga, que interpretó varios temas en acústico para ellos, también compartió el mantra con el que batalla contra las secuelas de esa horrible experiencia: «Eres valiente, eres valiente».
WATCH: @ladygaga shares kindness and powerful message on visit with LGBT teens https://t.co/jy7EV5tyIx #ShareKindness pic.twitter.com/9cOx9EIXoJ
— TODAY (@TODAYshow) 5 de diciembre de 2016
«Es muy importante recordar a los niños que están sufriendo una experiencia traumática o de abandono que no están solos, y que son amados», subrayó durante su entrevista en la NBC. La cantante añadió que esos jóvenes también habían vivido experiencias traumáticas como ella, porque habían sido rechazados de alguna forma. «Mi trauma vital me ha enseñado a comprender el de los demás».
Gaga habló por primera vez de su violación en 2014 en el programa de Howard Stern.»Sucede todos los días y es algo muy aterrador y triste», dijo, para explicar que los efectos no llegaron hasta cuatro o cinco años después. A pesar de ello no se lo contó a nadie durante siete años. «Estaba tan traumatizada que me dije «Solo sigue adelante» porque simplemente tenía que salir de allí», relató.
