¿Se imagina poner las cenizas de un ser querido en el equipaje que registró en el avión para al final del vuelo encontrarlas regadas sobre toda su ropa?
Ese fue el caso del jugador de fútbol americano AJ Francis, quien responsabilizó a agentes de la Administración de Seguridad de Transporte (TSA) de regar los restos de su madre en una de las maletas que registró en un vuelo hacia Los Ángeles.
La madre del jugador de los New York Giants falleció a finales de junio y Francis denunció en su cuenta de Twitter que cuando llegó a Los Ángeles desde Arkansas encontró las cenizas de su mamá esparcidas por todo su equipaje.
«Oigan, TSA. La próxima vez que tengan necesidad de examinar las cenizas de mi madre sin ninguna razón, asegúrense de cerrar [el recipiente] para que sus restos no se derramen sobre toda mi ropa», escribió Francis el lunes.
Después de la polémica, TSA le ofreció disculpas al deportista y aclaró que «por ninguna circunstancia debe abrirse el contenedor por respeto al difunto».
El organismo emitió este miércoles un comunicado en el que explicó que, tras revisar un video de seguridad e investigar el incidente, encontraron que una alarma de seguridad alertó sobre un «objeto no identificado» en la maleta que Francis registró antes de abordar el avión.
Al inspeccionar el equipaje, un agente de la TSA encontró que el objeto era un «frasco de cerámica abierto y sin rótulo envuelto en un papel de aluminio que estaba flojo».
«Como no estaba marcado, el agente no sabía que eran cenizas. El recipiente se volvió a embalar cuidadosamente», dijo la TSA en el comunicado.
El organismo les recomendó a quienes desean viajar en un avión con las cenizas de un ser querido llevarlas preferiblemente en el equipaje de mano para proteger su contenido y evitar los riesgos de que se rieguen en la maleta que registran.
TSA recordó que en todos los aeropuertos del país se realizan procesos para identificar los restos cremados a través de una máquina de Rayos X, sin necesidad de manipularlos.
«Las cenizas son uno de los muchos artículos sensibles que podrían ser utilizados para ocultar un objeto peligroso», explicó el organismo, tras aclarar que sus agentes «no abrirán recipientes con restos cremados, incluso si el pasajero solicita que se haga».
