Washington, 18 ene (EFE).- Varios manifestantes, algunos ataviados con trajes como los indios americanos, interrumpieron hoy la declaración que Scott Pruitt, el designado por el presidente electo de EEUU, Donald Trump, para liderar la Agencia de Protección Medioambiental (EPA), ante un comité del Senado.
«¡Esta es una audiencia pública, no pueden echarme!», gritó una manifestante vestida con un traje de una pieza azul con las siglas de BP, la compañía petrolera condenada a pagar una multa millonaria por la catástrofe medioambiental causada por el vertido de crudo en el Golfo de México en 2010.
La manifestante, Diane Wilson, explicó a Efe que ella proviene de un pueblo pesquero de la costa del Golfo de México perjudicado económicamente por el vertido petrolero y, por ello, rechaza el nombramiento Scott Pruitt, fiscal general de Oklahoma que se ha mostrado favorable a la producción de petróleo y gas.
«No necesitamos una EPA más débil, necesitamos una EPA más fuerte y pelearé hasta el final», dijo a Efe a Wilson en los pasillos del Congreso y antes de ser sacada a la fuerza por guardias de seguridad de la comisión del Senado sobre Medio Ambiente y Obras Públicas, donde comparece Pruitt, un escéptico del cambio climático.
Justo antes del comienzo de la audiencia, unas dos decenas de manifestantes se agolparon en la puerta y protestaron porque no se les permitiera la entrada, aunque la sala ya estaba llena.
Los manifestantes empujaron repetidamente a los guardias de seguridad, que acabaron por detener a JoAnn, una mujer indígena proveniente de Dakota del Norte, vestida con una túnica blanca y con plumas de colores que imitaban la vestimenta tradicional de los indígenas.
Está previsto que Pruitt enfrente hoy duras preguntas por las donaciones que supuestamente recibió de las industrias del petróleo y el gas cuando se presentó a fiscal general de Oklahoma.
Los senadores demócratas han adelantado que preguntarán a Pruitt sobre las ideas de Trump, quien ha criticado los acuerdos globales contra el cambio climático y quiere acabar con el Plan de Energía Limpia, proclamado en 2015 por el presidente, Barack Obama, y que busca reducir las emisiones de carbono de las centrales eléctricas.
