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Martinelli no ha aceptado ser extraditado voluntariamente a Panamá

El ex presidente de Panamá, Ricardo Martinelli, no ha aceptado ser extraditado voluntariamente a su país, donde es acusado de presunta corrupción y espionaje a opositores políticos, solo formalizó el retiro de los recursos legales presentados en tribunales de Estados Unidos a fin de que el Departamento de Estado decida sobre su caso, dijo el portavoz del ex gobernante.

Luis Eduardo Camacho informó a el Nuevo Herald que hubo una “situación que fue determinante” para que Martinelli tomara esa decisión y está relacionada con las declaraciones que él afirma dio un ex embajador de Estados Unidos en Panamá a un medio estadounidense.

“Hubo una situación que fue determinante para que él (Martinelli) diera el paso que dió y fueron las declaraciones que dio el ex embajador John Feeley a un medio digital. Él confiesa que como embajador de EEUU en Panamá hizo presiones para que se detuviera a Ricardo Martinelli”, detalló el portavoz en una entrevista telefónica.

Explicó que cuando el ex mandatario panameño decidió enfrentar el proceso en Estados Unidos lo hizo porque creyó que la democracia de esta nación le daba más garantías, “pero las declaraciones de John Feeley manchan la imagen de la separación de poderes y de la fortaleza del sistema judicial. Él (Martinelli) quedó escandalizado frente a lo que decía el embajador John Feeley”.

En un comunicado emitido la semana pasada por la oficina de Martinelli se indica que ese hecho debe ser investigado tanto en EEUU como en Panamá para determinar la “participación de funcionarios panameños en actividades ilegales”.

Otro de los aspectos que afectó a Martinelli, dijo Camacho, fue cuando la jueza Marcia Cooke le concedió libertad bajo una finanza de $1 millón en febrero pasado, pero “24 horas después la suspende” y agregó que la magistrada no estaba obligada a actuar de esa forma “sobre todo cuando no había ningún elemento adicional” en la moción de emergencia presentada por la Fiscalía Federal.

“Fueron los mismos argumentos que presentó para que no le dieran la fianza y la jueza los desechó y se la concedió”, dijo.

Las autoridades estadounidenses detuvieron a Martinelli el 12 de junio de 2017 y se encuentra en la cárcel federal ubicada en el centro de Miami.

Camacho dijo que esas situaciones más otras impulsaron a Martinelli a desistir de todos los recursos ante el Departamento de Justicia.

“Esa decisión no implica que Ricardo Martinelli haya aceptado regresar voluntariamente a Panamá. Él va a trasladar la pelea para que no sea extraditado al Departamento de Estado”, aclaró.

Martinelli también envió una carta al Departamento de Estado el 14 de mayo en la que afirma que es perseguido por el actual presidente de Panamá Juan Carlos Varela “por una vendetta política personal” quien supuestamente ha “fabricado acusaciones en mi contra para dañar mi carrera política y atacar a mi familia y a mi. Su meta es inhabilitarme políticamente para el 2019”.

En la misiva, divulgada por su abogado Sidney Sittón en su cuenta de Twitter, le recuerda al gobierno estadounidense varias gestiones que realizó a petición de algunas de sus agencias gubernamentales como el caso del barco Chong Chon Gang, de bandera norcoreana, procedente de Cuba y que transportaba armas en 25 contenedores escondidas debajo de un cargamento de azúcar.

“Cuando la CIA pidió que detuviera un barco norcoreano proveniente de Cuba que cruzaba el Canal de Panamá, no estañé. Personalmente examiné el barco y encontramos armas, misiles y radares que violaban el embargo impuesto por la ONU”, pormenorizó.

Destacó que antes de decomisar el barco lo llamó el ex mandatario cubano Raúl Castro y el canciller y vicecanciller de ese país y “fui amenazado. Fueron muy claros en decir que si detenía el barco habría consecuencias. Yo informé al gobierno de Estados Unidos de eso”.

Martinelli recordó otra de sus gestiones a favor de Estados Unidos: “cuando las negociaciones de paz entre la guerrilla de las FARC y el gobierno colombiano comenzaron en Cuba, nosotros apoyamos los intereses de EEUU. No permitimos a la guerrilla usar territorio de Panamá como santuario”.

«Después de lo que hice por mi país y por los Estados Unidos considero que Estados Unidos no debería involucrarse en una venganza personal de Varela contra mí, manteniéndome bajo detención en precarias condiciones y por un largo período de tiempo», expresó.

El gobierno de Panamá solicitó la extradición de Martinelli arguyendo que cuando era presidente (2009-2014) presuntamente adquirió equipos para espiar las conversaciones de opositores, empresarios, periodistas y líderes sindicales.