Los dreamers deben poder alistarse en las fuerzas armadas y que les den la residencia permanente, afirma una fuerte coalición de legisladores republicanos y demócratas que han vuelto a impulsar la iniciativa.
Tienen los votos suficientes en la Cámara de Representantes para aprobar el plan, pero los líderes republicanos se muestran reacios a aceptar la propuesta.
Los representantes Jeff Denham, republicano por California; Carlos Curbelo, republicano por Florida; Jimmy Panetta, demócrata por California, y Bill Foster, demócrata por Illinois, están tratando de incluir la idea como parte de la propuesta anual de defensa.
«Tengo los votos», le dijo Denham a la cadena de diarios McClatchy . «Esto se puede aprobar en la Cámara».
La propuesta permitiría a «ciertos dreamers que crecieron en Estados Unidos alistarse [en las fuerzas armadas] y recibir un estatus legal, siempre que cumplan los términos de su alistamiento de manera honorable».
Dreamers es como se denomina comúnmente a las personas que se quedaron ilegalmente en el país cuando eran pequeños. Los inmigrantes indocumentados por lo general no se pueden alistar en las fuerzas armadas de Estados Unidos.
«Este sería el camino más rápido a la ciudadanía para los dreamers», dijo Denham. «El acto definitivo de patriotismo es apoyar el único país que conocen y aman. Se les debe alentar a servir en las fuerzas armadas».
Unos 850 dreamers ya sirven en las fuerzas armadas de Estados Unidos como parte de un programa especial que comenzó en el 2009 llamado MAVNI.
El programa se creó para reclutar a personas que no eran ciudadanos estadounidenses pero que tenían capacitación médica especializada o manejaban ciertos idiomas, como árabe, ruso, chino y coreano. A estas personas se les ofreció una vía rápida a la ciudadanía a cambio de prestar servicio en las fuerzas armadas.
El estatus de esas personas quedó en el aire cuando el presidente Donald Trump trató de rescindir el estatus legal otorgado a los dreamers por el entonces presidente Barack Obama, pero el secretario de Defensa, Jim Mattis, dijo en febrero que los dreamers que cumplieran los requisitos y que ya estuvieran alistados o les hubieran dado la baja honorable no debían preocuparse por la deportación.
Después que Trump trató de rescindir el programa, se le preguntó específicamente a la secretaria de Prensa de la Casa Blanca, Sarah Huckabee Sanders, sobre el estatus militar de esos dreamers ya alistados.
«Tenemos confianza en que el Congreso hará lo que le toca», respondió Sanders.
Denham ya ha pasado por esto. Ha tratado de aprobar la la medida como enmienda al presupuesto de defensa en el 2013, pero lo retiró después que otros republicanos lo exhortaron a presentarlo como una medida separada. Pero cuando lo hizo, la propuesta no avanzó.
Cuando Denham trató de presentarla como una enmienda al presupuesto de defensa en el 2014, le impidieron convocar a una votación en el pleno de la Cámara. Denham dijo que el asunto es personal: cuando él estaba en la Fuerza Aérea en 1988, dijo que su sargento era un filipino a quien le otorgaron la ciudadanía por servir en lo militar.
El esfuerzo más reciente de Denham tiene 219 copatrocinadores, una mayoría en la Cámara.
La medida fue enviada a la Comisión de Servicios Armados de la Cámara y no ha logrado avanzar desde entonces. Líderes de la comisión dijeron a Panetta que este plan no era relevante para el presupuesto de defensa y tenía que pasar por la Comisión Judicial, según Denham, quien dijo que eso le suena falso porque el proceso normal para asignar proyectos de ley a las comisiones refirió esta medida especíificamente a la Comisión de Servicios Armados.
No hay ninguna versión de la medida en el Senado.
El plan será estudiado por la Comisión de Reglas de la Cámara, que decidirá si la someten a una votación esta semana. Caroline Booth, portavoz del representante Pete Sessions, republicano por Texas y presidente de esa comisión, declinó comentar sobre las probabilidades de la enmienda.
