El presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, se reúne el martes en la tarde con su homólogo estadounidense Donald Trump, como parte de su primera visita oficial al extranjero desde que asumió el cargo.
Ambos líderes tienen previsto discutir una amplia gama de asuntos, entre ellos buscar maneras de incrementar las inversiones estadounidenses en Brasil y avanzar en una solución a la crisis política que atraviesa Venezuela.
«Queremos un Brasil grande. Tengan ustedes la certeza de que queremos una América grande», dijo Bolsonaro el lunes.
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Bolsonaro recalcó las diferencias de su gobierno con el que le antecedió liderado por Dilma Rousseff, con la visita de tres días que comenzó con la estancia en la sede de la Agencia Central de Inteligencia (CIA), donde se reunió con la directora del organismo, Gina Haspel.
Su hijo y legislador, Eduardo Bolsonaro, publicó en su cuenta en Twitter un comentario en el que cataloga a la CIA como «una de las agencias de Inteligencia más respetadas del mundo». Previo a la visita dijo que se tratataba de «una excelente oportunidad de conversar sobre temas internacionales de la región con técnicos y expertos de la más alta plantilla».
Los servicios de Inteligencia estadounidenses han sido vistos con recelo en Brasil en los últimos años. Filtraciones en 2013 revelaron que la Agencia de Seguridad Nacional había escuchado conversaciones de Rousseff, lo que tensó durante años las relaciones entre ambas naciones.
Su visita a Washington subraya la cercanía ideológica de Bolsonaro con la influencia de Estados Unidos en América Latina para enfrentar lo que él llama una amenaza comunista contra la democracia.
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