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Primeros debates demócratas marcan el comienzo de una carrera más polémica de cara al 2020

Buttigieg explica cómo sería la relación de Estados Unidos con Latinoamérica si llega a la Casa Blanca

El candidato demócrata a la Presidencia de Estados Unidos, Pete Buttigieg, explicó durante un foro NALEO el 21 de junio de 2019 que mejorar las relaciones de su país con el resto de Latinoamérica será una de las prioridades si llega a la Casa Blanca.

El candidato demócrata a la Presidencia de Estados Unidos, Pete Buttigieg, explicó durante un foro NALEO el 21 de junio de 2019 que mejorar las relaciones de su país con el resto de Latinoamérica será una de las prioridades si llega a la Casa Blanca.

Los candidatos presidenciales demócratas han evitado en lo fundamental criticarse unos a otros en las primeras etapas de la primaria de cara a los comicios de 2020, y han preferido apegarse a sus mensajes positivos propios.

Es un enfoque ausente de confrontación que se pondrá a prueba durante los debates de esta semana en Miami, sobre todo en el caso de Joe Biden, quien marcha al frente en las encuestas.

El miércoles y jueves por la noche en Miami, 20 candidatos se presentarán en una serie de debates, su mayor momento en la carrera demócrata hasta el momento. Esto dará una oportunidad a los que marchan por delante de solidificar su ventaja, y a otros a entrar de lleno en el escenario nacional.

Pero también significa una incertidumbre para los candidatos que tratan de presentarse —o presentarse otra vez— a una audiencia nacional, quienes tendrán que decidirse entre alabar sus propias virtudes y responder preguntas sobre sus oponente. Si se expresan negativamente, eso pudiera molestar a los electores, pero una crítica a sus rivales pudiera recibir más atención, y distinguirlos mientras compiten con otros nueve candidatos cada noche.

Algo que hace aumentar la presión son algunos comentarios controversiales de Biden, quien la semana pasada alabó la urbanidad de antiguos senadores que apoyaban la segregación en palabras que provocaron una fuerte respuesta de otros candidatos en la contienda, sobre todo del senador Cory Booker.

“No hay la menor duda de que vamos a criticarlo”, dijo Antjuan Seawright, un estratega demócrata de Carolina del Sur. “Hasta este momento no lo han criticado mucho”.

Pero atacar a un ex vicepresidente que se mantiene con alto grado de popularidad entre los demócratas es peligroso, particularmente para candidatos que tratan de hacer una primera impresión entre los electores.

“Yo no mencionaría el nombre de ningún otro candidato”, dijo Jim Messina, quien dirigió la campaña de reelección de Barack Obama en 2012. “En una carrera con 10 candidatos, no se debe tomar un camino de críticas negativas. Lo mismo en un debate. Deben usar su tiempo para tratar de establecer una relación con los electores sobre quién es usted y cuáles son sus posturas”.

Está programado que Biden participe en los dos debates, por su condición de delantero en las encuestas y sus controversias recientes. Encuestas nacionales y estatales han indicado de manera uniforme que Biden aventaja saludablemente al resto del grupo de candidatos demócratas desde que se incorporó a la carrera en abril, y ya ha probado estar entre los que más dinero ha recaudado.

Sin embargo, los rivales de Biden esperan restarle impulso después que el ex vicepresidente dijo con orgullo que en los años 1970 trabajó con un par de senadores que apoyaban con fuerza la segregación racial, James Eastland, de Mississippi, y Herman Talmadge, de Georgia.

En palabras pronunciadas durante una actividad de recaudación de fondos, Biden recordó que Eastland lo llamaba “hijo” en vez de boy. (El uso de la palabra boy para referirse a un adulto negro se considera peyorativo).

Eso provocó la ira de Booker, y el senador de Nueva Jersey exhortó a Biden que se disculpara por mostrar insensibilidad ante los afroamericanos. Otros candidatos siguieron el ejemplo de Booker y criticaron a Biden. Pero el vicepresidente se negó a disculparse y respondió que era Booker el que debía pedirle disculpas.

Pero Booker y Biden no van a compartir el escenario. Biden se presentará en el debate del jueves por la noche, con los senadores Kamala Harris, de California; Bernie Sanders, de Vermont; Kirsten Gillibrand, de Nueva York, y Michael Bennet, de Colorado. Pete Buttigieg, alcalde de South Bend, Indiana; el representante Eric Swalwell, de California; John Hickenlooper, ex gobernador de Colorado; el empresario Andrew Yang y la autora Marienne Williamson también formarán parte de ese grupo.

En el debate del miércoles participarán Booker, las senadoras federales Elizabeth Warren, de Massachusetts, y Amy Klobuchar, de Minnesota; Bill De Blasio, alcalde de la Ciudad de Nueva York; los ex representantes Beto O’Rourke, de Texas, y John Delaney, de Maryland; los representantes Tim Ryan, de Ohio, y Tulsi Gabbard, de Hawai; Jay Inslee, ex gobernador de Washington; y Julián Castro, ex alcalde de San Antonio, Texas, y ex secretario del Departamento de Vivienda y Desarrollo Urbano.

Cuatro de los cinco líderes en la mayoría de las encuestas públicas —Biden, Harris, Buttigieg y Sanders— se presentarán en el escenario juntos el jueves. De los cinco candidatos principales, solamente Warren will se presentará también el miércoles.

Críticos del formato del debate han dicho que la presencia de tantos candidatos en un solo lugar les dificultará destacarse, especialmente porque cada candidato probablemente tendrá unos pocos minutos de tiempo para dirigirse a la audiencia y el país.

“Es difícil imaginar que ocurra un momento dramático”, dijo Paul Maslin, veterano encuestador demócrata. “Las mayores probabilidades son de que ocurra con Biden porque hay varios candidatos en ese grupo que pueden tratar de confrontarlo”.

No está claro cómo Biden respondería a tal confrontación, pero varios estrategas lo lo exhortaron a ignorar cualquier provocación y centrarse en lo que planea hacer como presidente.

“Para Biden, la clave es no involucrarse en un tira y encoge… Lo peor que un candidato que marche al frente en las encuestas puede hacer es no comportarse como el líder”, dijo Seawright. “[Biden] tiene que ser claro sobre su agenda política, sin importar lo que digan los otros candidatos”.

Y pudiera ser también un buen consejo para sus rivales.

“Los demócratas quieren hacer cosas: quieren inspirarse y quieren derrotar a Donald Trump”, dijo Messina. “Hay que probar esas dos cosas”.