El director de la cárcel federal de máxima seguridad donde Jeffrey Epstein se quitó la vida durante el fin de semana fue removido de su cargo el martes y dos guardias que se suponía que estaban vigilando al financiero fueron puestos en licencia mientras las autoridades federales investigan la muerte del reo.
La medida del Departamento de Justicia se produce mientras sale a luz cada vez más evidencia de que el Centro Correccional Metropolitano (MCC por sus siglas en inglés), que estaba falto de personal, podría haber fallado en su responsabilidad de evitar que Epstein, de 66 años, se hiciera daño a sí mismo mientras esperaba su juicio por cargos de abuso sexual a niñas adolescentes.
A Epstein se le había retirado la vigilancia de suicidio el mes pasado por razones que aún no han sido explicadas y se suponía que un guardia debía controlarlo cada 30 minutos. Sin embargo, los investigadores descubrieron que esos controles no se realizaron durante varias horas antes de que fuera encontrado muerto en la mañana del sábado, según informó a AP una persona familiarizada con el caso que habló bajo condición de anonimato.
El procurador general William Barr ordenó que el director del MCC, Lamine N’Diaye, sea asignado temporalmente a la oficina regional de la Oficina de Prisiones mientras el FBI y el inspector general del Departamento de Justicia investigan. Los dos guardias no fueron identificados.
Si bien la forma exacta de la muerte de Epstein no se ha anunciado oficialmente, una segunda persona familiarizada con las operaciones en la cárcel dijo que el financiero fue descubierto en su celda con una sábana alrededor del cuello. Esa persona también habló bajo condición de anonimato. Según el protocolo de la cárcel, a Epstein no se le habría dado una sábana si hubiera estado bajo vigilancia suicida.
Lo pusieron en vigilancia de suicidio el mes pasado después de que lo encontraron en el piso de su celda con moretones en el cuello, pero luego lo devolvieron a la unidad especial de alojamiento de la cárcel para los reclusos que necesitan supervisión cercana.
El lunes, Barr dijo que estaba «francamente enojado al enterarse del fracaso del MCC a la hora de dar seguridad adecuada a este prisionero», y agregó: «Llegaremos al fondo de lo que sucedió y se encontrará a los responsables».
