Los conservadores están sumando apoyo a un plan de Marco Rubio para sancionar automáticamente a Rusia en cualquier interferencia electoral en el futuro, un día después que la reunión entre el presidente Donald Trump y el mandatario ruso Vladimir Putin provocó fuertes críticas de todo el espectro político.
Partidarios de Trump, como Laura Ingraham, presentadora de Fox News; moderados como la representante estatal republicana Ileana Ros-Lehtinen y líderes del senado como Mitch McConnell han expresado apoyo al proyecto de ley de Rubio, dando a entender que el Congreso debe aprobar una ley fuerte que sancione rápidamente a Moscú si los servicios de inteligencia norteamericanos determinan que el Kremlin trata de entrometerse en elecciones futuras en Estados Unidos.
“Hay algunas posibilidades. Por ejemplo, el senador Rubio tiene un proyecto de ley específico sobre el ciclo electoral del 2018 en que estamos ahora, y que según entiendo contempla sanciones potenciales si los rusos lo vuelven a hacer”, dijo el martes McConnell, quien controla el Senado federal. “De manera que sí, hay una posibilidad de que debatamos un proyecto de ley sobre esto”.
La ofensiva de los conservadores a favor de un proyecto de ley presentado en enero por Rubio y el senador Chris Van Hollen, demócrata por Maryland, ocurre un día después que Trump y Putin se reunieron en privado dos horas y el presidente estadounidense dijo que cree a Putin, y no a los servicios de inteligencia de Estados Unidos, sobre el grado de interferencia rusa en las elecciones estadounidenses del 2016. La conferencia de prensa conjunta que siguió a la cita privada provocó indignación y condena de tanto demócratas como republicanos, aunque Trump trató de echarse atrás de sus comentarios el martes diciendo que se expresó mal.
La iniciativa de ley de Rubio y Van Hollen, conocida por sus siglas DETER, es la primera desde la elección presidencial del 2016 que fija sanciones específicas al gobierno ruso y otros países que interfieran en las campañas políticas de Estados Unidos.
“El Congreso ya ha tomado varias medidas sobre Rusia y su interferencia en el 2016, así que esto es algo más y esperamos que evite ataques futuros, que creo es la amenaza real”, dijo Rubio el martes. “No es lo que sucedió, sino lo que puede suceder en el futuro. Esperamos conseguir el apoyo necesario y tomar el impulso que hace falta para poder aprobar este proyecto de ley”.
La iniciativa de Rubio, si se aprueba, codifica penalidades específicas a los rusos que deben implementarse en los 10 días siguientes si el director de Inteligencia Nacional determina que hubo interferencia.
Las penalidades incluyen “sanciones a los principales sectores de la economía rusa, como finanzas, energía, defensa y metales u minería” y contra todas las principales figuras políticas u oligarcas identificados en el proyecto de ley de sanciones aprobado en el 2017 sobre las objeciones de Trump después que una supermayoría del Congreso lo avaló.
El proyecto de ley especifica actos de gobiernos extranjeros que constituyen interferencia electoral. La iniciativa indica que los gobiernos extranjeros tiene prohibido comprar publicidad para influir sobre las elecciones, usar las redes sociales y medios tradicionales para propagar “cantidades significativas” de información falsa, penetrar infraestructura electoral o de campañas, como bases de datos de inscripción de electores y correos electrónicos de campañas, y bloquear acceso a infraestructura electoral como páginas digitales que ofrecen información sobre los lugares de votación.
La semana pasada, el subsecretario de Justicia, Rod Rosenstein, encausó a 12 rusos que supuestamente robaron correos electrónicos de la campaña presidencial de Hillary Clinton, el Comité Nacional Demócrata y el Comité Demócrata de Campañas Congresuales. El material robado contenía información sobre las carreras congresuales en la Florida y el liderazgo de la representante federal Debbie Wasserman Schultz en Comité Nacional Demócrata.
Rubio dijo que “se puede garantizar” que habrá interferencia en el futuro en las elecciones estadounidenses, aunque pudiera tomar diferentes formas más allá de robar correos internos y documentos.
“Esto será una amenaza durante los próximos años, no se limitará al 2018”, dijo Rubio.
Si el proyecto de ley se aprueba, la Casa Blanca también debe entregar al Congreso un plan para evitar la interferencia en las elecciones estadounidenses por parte de China, Irán y Corea del Norte, tres países identificados por el director de Inteligencia Nacional como amenazas cibernéticas potenciales en el futuro.
Uno de los retos de un proyecto de ley potencial pudiera ser encontrar el tiempo suficiente para aprobarlo en el pleno del Senado, mientras McConnell trata de confirmar a Brett Kavanaugh a la Corte Suprema en las próximas semanas.
Ros-Lehtinen, quien presentó en la Cámara federal una versión de la iniciativa de Rubio, dijo que hay “muchos obstáculos” para aprobar algo en el Congreso, pero que los acontecimientos recientes son buenas noticias.
“Me complace que el líder de la mayoría en el Senado entienda que la aprobación de este proyecto de ley enviaría un mensaje importante a Rusia y a cualquier otro país de que tomamos muy en serio la integridad de nuestro proceso electoral”, dijo Ros-Lehtinen en un comunicado. “Putin sólo responde a la presión financiera y este proyecto de ley impone sanciones fuertes”.
Rubio dijo que la clave para aprobar la iniciativa de ley es mostrar a la Casa Blanca que el Senado federal está protegido por una mayoría a prueba de veto sobre esta ley, lo que eliminaría cualquier objeción que Trump pueda tener a una ley que limite el poder del presidente para implementar sanciones en ciertos casos.
“Habría que preguntar a la Casa Blanca si él [Trump] la firmaría, pero creo que contaría con más de 70 votos”, dijo Rubio.
Alex Daugherty, 202-383-6049, @alextdaugherty
