Durante los últimos 30 años EE.UU. ha invertido enormes cantidades de dinero en construir cárceles y contrata policías.
Desde que Ronald Reagan llegó al poder en 1981 hasta el presente Estados Unidos ha dedicado 3,4 billones, es decir millones de millones, en inflar el sistema judicial y policial.
El resultado es que este país cuenta con la mayor población carcelaria del planeta con unos 2,2 millones de presos, a los que hay que sumar otros casi cinco millones de personas que se encuentran en libertad vigilada, la mayoría gente de color.
Según datos de un extenso informe elaborado por varias organizaciones que luchan por la justicia social varias generaciones de jóvenes han visto cómo se recortaba dinero en educación, empleos de calidad, acceso a atención sanitaria y vivienda para dedicarlo a construir más y más cárceles y a contratar a más y más policías.
Se trata de políticas que grupos de activistas y organizaciones que luchan contra la violencia policial llevan años denunciando.
Es un problema económico y racial. En los últimos años hemos visto los enormes medios de que dispone la policía para reprimir a manifestantes afroamericanos.
José Manuel Rodríguez, Nueva York.
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