Inicio EEUU Temer pide en Nueva York que se vuelva a confiar en Brasil

Temer pide en Nueva York que se vuelva a confiar en Brasil

El presidente de Brasil, Michel Temer, aseguró este miércoles en Nueva York que en el país del que acaba de tomar las riendas de forma definitiva “ha regresado la confianza” y prometió que quien esté dispuesto a invertir en el gigante sudamericano puede estar seguro de que se respetará lo que se acuerde porque, subrayó, se ha restablecido la estabilidad política y legal.

“Todo lo que sea suscrito será cumplido”, aseguró ante altos ejecutivos estadounidenses.

Un día después de defender ante la plataforma política mundial que es la ONU la legalidad del proceso de destitución de su predecesora, Dilma Rousseff, su sucesor y antiguo aliado se dirigió a otra audiencia a la que también quiere conquistar: los necesitados inversores internacionales.

Ante ellos, primero en un encuentro privado con dos decenas de representantes de fondos de inversiones y después en un almuerzo en la America’s Society, Temer hizo hincapié en la “certeza legal” que, aseguró, garantiza su mandato. A lo que le acompaña la “estabilidad política” que también está asegurada, señaló, desde que es formalmente presidente.

La corrupción, en manos de la justicia

Sin embargo, Temer no ha podido escapar en la urbe estadounidense a las protestas y dudas que le persiguen desde su país. También en Nueva York tuvo que responder ante preguntas por el escándalo de desvío de fondos públicos conocido como “Lava Jato” y sobre la situación del expresidente Luiz Inácio Lula da Silva y la amenaza de juicio por corrupción que cada vez pesa con más certeza contra él.

Temer dijo no querer comentar la situación del exmandatario para no entrar en arenas movedizas, pero aseguró en una breve rueda de prensa que si estuviera en su lugar, él acudiría a la justicia para defender su caso. Además, restó importancia a una pregunta sobre si cree que un proceso a Lula podría polarizar más aún a la sociedad, y se limitó a responder que, estando el caso en manos de la justicia, es ahí donde se tiene que desarrollar la disputa legal.

Del mismo modo toreó la respuesta sobre Lava Jato, apelando a que se trata de “una cuestión de la justicia, no de la rama ejecutiva”, y reiteró su intención de “pacificar” un país convulso por protestas sociales por la crisis económica y política que está atravesando.

Pese a sus afirmaciones sobre la normalización de la situación en su país, la división ante los sucesos políticos de los últimos meses se hizo patente también en Nueva York. Por un lado, en las protestas que persiguieron a Temer estos días en las calles de la ciudad, donde decenas de manifestantes lo esperaban con pancartas y gritos denunciando el “golpe de Estado” que según una parte de la sociedad supuso el impeachment contra Rousseff, como lo ha calificado la propia expresidenta.

La protesta también se trasladó al interior de la sede de la ONU, donde seis países —Venezuela, Cuba, Bolivia, Ecuador, Nicaragua y Costa Rica— se levantaron el martes y salieron del plenario cuando Temer tomó la palabra ante la Asamblea General.

El presidente brasileño desestimó el boicot —pese a que Brasil llamó a su embajador en Costa Rica después de que el presidente Luis Guillermo Solís se fuera del plenario de la ONU— y aseguró que “ni siquiera” se dio cuenta de que se habían levantado esos países en una sala, recordó, que representa a 193 naciones. Pero dejó patente su malestar al increpar al periodista que le hizo la pregunta recomendándole que se “lea la Constitución brasileña”. Basta leerla, “no interpretarla”, subrayó, “para ver que es un gobierno legítimo”, sostuvo Temer, quien se marchó rápidamente para sostener una reunión bilateral con el vicepresidente estadounidense, Joe Biden. Washington ya ha dado su respaldo inequívoco al Gobierno de Temer. Durante una conferencia en Washington, Biden aseguró hace dos semanas que la destitución de Rousseff se hizo “siguiendo la Constitución” y aseguró que la administración Obama “seguirá trabajando estrechamente con Temer”.