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Trump cuestiona a los servicios de inteligencia de EEUU, no a Putin, en reunión cumbre

De pie junto al mandatario ruso Vladimir Putin, el presidente Donald Trump cuestionó abiertamente las conclusiones de sus propios servicios de inteligencia de que Moscú se entrometió en las elecciones presidenciales del 2016 para beneficio de Trump y pareció acepta la insistencia de Putin de que Rusia tiene las manos limpias.

Putin dijo que quería que Trump ganara —por sus políticas— pero no hizo nada para ayudarlo.

“Tengo gran confianza en mis servicios de inteligencia, pero les digo que el presidente Putin se mostró extremadamente fuerte y poderoso en su negativa hoy”, dijo Trump, quien denunció repetidas veces la investigación del fiscal especial sobre los esfuerzos de interferencia rusos, que funcionarios de inteligencia norteamericanos han dicho que siguen en acción.

“No veo ninguna razón por la que Rusia interfiriera en las elecciones del 2016”, dijo Trump.

Por su parte, Putin dijo por primera vez que quería que Trump ganara las elecciones, pero insistió en que no había interferido, y nunca lo haría, en las elecciones estadounidenses.

Fue una conferencia de prensa extraordinaria la que puso fin a la cumbre entre Trump y Putin, en la que el presidente norteamericano mostró lo que de hecho fue una aceptación cálida del hombre que durante años ha estado aislado por Estados Unidos y sus aliados occidentales por las actividades del Kremlin en Ucrania, Siria y otros lugares.

Trump dijo que él y Putin “dedicaron mucho tiempo a discutir” alegaciones de la interferencia rusa en las elecciones cuando se reunieron durante varias horas este lunes. Pero Trump declinó la oportunidad para denunciar a Putin por los esfuerzos de interferencia, incluida la penetración del sistema de correo electrónico del Partido Demócrata, que fue objeto del encausamiento de 12 rusos la semana pasada por el Departamento de Justicia.

Trump dijo, como ha repetido hasta el cansancio, que “no hubo colusión” entre su campaña y el gobierno ruso. “Hicimos una campaña brillante y por eso soy presidente”, dijo.

Putin también sugirió el lunes que Moscú y Washington pudieran investigar penalmente de manera conjunta a una docena de oficiales de inteligencia rusos acusados de penetrar ilegalmente la campaña electoral por la presidencia en el 2016, una idea que Trump calificó de una “oferta increíble”.

Al preguntársele si Rusia extraditaría a los 12 militares rusos, Putin retó a Estados Unidos a que aprovechara un acuerdo de 1999 sobre asistencia jurídica mutua.

El mandatario ruso dijo que el acuerdo permitiría que autoridades estadounidenses soliciten que funcionarios rusos interroguen a los 12m y agregó que Estados Unidos pudiera pedir presencia en tales interrogatorios.

Putin señaló que Rusia esperaría que Estados Unidos le devolviera el favor y cooperara en la investigación de su país a William Browder, un inversionista británico acusado de delitos financieros en Rusia. Browder fue una importante fuerza detrás de una ley estadounidense contra funcionarios rusos en materia de abusos a los derechos humanos.

La cumbre empezó horas después que Trump culpara a Estados Unidos —y no la intromisión rusa en las elecciones estadounidenses o su anexión de Crimea— por lo bajo que han caído las relaciones entre los dos países.

“Nuestra relación con Rusia NUNCA ha sido peor”, tuiteó Trump el lunes por la mañana, culpando a “muchos años de torpeza y estupidez estadounidense, y ahora hay una cacería de brujas amañada”.

El Ministerio de Relaciones Exteriores ruso respondió dándole “Like” al tuit de Trump y contestando: “Estamos de acuerdo”.

Al preguntársele sobre el tuit si culpaba a Rusia de algo, Trump dijo que “responsabilizaba a los dos países” y que piensa que Estados Unidos ha estado “tonteando” y que “todos tenemos la culpa”.

“La investigación [del fiscal especial] es un desastre para nuestro país. No hubo colusión en lo absoluto”.

Putin, hablando a través de un intérprete, negó una vez más lo que describió como “la llamada interferencia de Rusia”, calificándola de “absurda”, e insistió en que el Estado ruso nunca había interferido y nunca interferiría en el proceso electoral estadounidense.

Los dos mandatarios inauguraron la esperada cumbre el lunes con un saludo informal y entonces se retiraron a puertas cerradas durante dos horas, antes que el presidente Trump declarara que la reunión “había tenido un muy buen comienzo para todos”.

“Nos hemos estado llevando bien durante algo unos años”, dijo Trump después de llegar al Palacio Presidencial de la capital finesa, donde los dos líderes se reunieron. “Pero creo que terminaremos con una relación extraordinaria… realmente pie4nso que el mundo desea que nos llevemos bien”.

Por su parte, Putin dijo que él y Trump han mantenido contacto regular mediante llamadas telefónicas y reuniones en eventos internacionales, pero “ha llegado el momento de tener una discusión a fondo sobre varios problemas internacionales y asuntos sensibles”. Y agregó: “Hay varios a los que tenemos que prestar atención”.

La cumbre, que es observada muy de cerca en todo el mundo, no es la primera vez que ambos mandatarios conversan. Se reunieron al margen de reuniones en Alemania y Vietnam el año pasado. Pero la cita del lunes fue condenada de antemano por legisladores de ambos partidos después que el Departamento de Justicia encausó la semana pasada a 12 oficiales rusos de la inteligencia militar, acusados de penetrar el sistema informático del Partido Demócrata en las elecciones del 2016 para ayudar a la campaña de Trump.

Al dirigirse a los reporteros antes del encuentro personal, Putin adoptó una postura informal durante las palabras de Trump, sentado desgarbadamente en su silla con las piernas abiertas y la mirada baja. Hizo un gesto de asentimiento durante algunas palabras de Trump antes que le fueran interpretadas, lo que muestra que entiende inglés. Trump se inclinó hacia adelante en su silla, con las manos unidas al frente, y se volteó varias veces a observar al mandatario ruso. En un momento, le guiñó un ojo a Putin. Después que Trump terminó de hablar, varios reporteros estadounidenses le preguntaron en voz alta si hablaría con Putin de la interferencia en las elecciones.

Trump no respondió y Putin pareció sonreír burlonamente.

Entonces los dos se estrecharon las manos apresuradamente y comenzaron el encuentro a puertas cerradas en el opulento Salón Gótico del palacio, los dos solos, cada uno acompañado de su intérprete.

En las calles, la cumbre atrajo a una amplia gama de manifestantes, como activistas del derecho al aborto con vientres de embarazo artificiales y caretas de Trump, antifascistas con letreros llenos de insultos, defensores del libre comercio, ucranianos opuestos a la guerra y partidarios de los derechos de los homosexuales, cada uno defendiendo sus intereses.