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¿A quién benefician los elogios?

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  • 22/02/2017

Motivación

El reconocimiento verbal no solo motiva a la persona que lo recibe, sino también, y sobre todo, a quien lo escucha.

Journal of Behavioral and Experimental Economics

El reconocimiento en público no solo motiva a quien recibe el halago, sino también, y sobre todo, a las personas que no han mostrado un rendimiento tan alto. [iStock/ LuckyBusiness]

Los padres que elogian al hijo por sus logros, el profesor que reconoce los conocimientos del alumno o el empresario que ensalza el rendimiento de sus empleados. Las palabras de reconocimiento transmiten, sin duda, una sensación positiva a la persona que las recibe y la motivan para seguir esforzándose. Pero no solo a ella. Un equipo de la Universidad de Constanza ha confirmado que los individuos que escuchan esos reconocimientos se benefician de ellos incluso más que los propios elogiados, ya que, a posteriori, consiguen un incremento más notable en sus resultados.

Los investigadores evaluaron el rendimiento de más de 300 estudiantes que participaban en diferentes cursos de microeconomía. Después de un primer examen hacia mitad del semestre, los tutores felicitaron, en algunos de los grupos, al 30 por ciento de los alumnos que habían obtenido las mejores notas. En los demás cursos no se realizó ningún reconocimiento explícito a nadie.

Instrumento de motivación

Con el fin de comprobar la influencia de esos elogios, los experimentadores analizaron, al final del semestre, las notas de los estudiantes en un segundo examen. Hallaron que los alumnos cuyo rendimiento ya había sido destadcable al inicio del curso y que habían recibido unas palabras de elogio por ello, apenas mejoraban en sus resultados. En cambio, los participantes aplicados, pero que no habían obtenido una puntuación óptima en el primer examen, lograban mejores notas en la segunda evaluación. Al parecer, el reconocimiento a los estudiantes más destacados contribuía a que aumentara el rendimiento del resto de alumnos; este fenómeno no se mostraba en el grupo de control.

Según los autores, el reconocimiento verbal del desempeño sirve de instrumento para transmitir una norma. De esta manera, las personas que reciben el halago perciben que han cumplido esa norma; en cambio, los sujetos que no han obtenido un reconocimiento se sienten motivadas para mejorar y esforzarse más. «El comportamiento humano está influenciado por el conocimiento de la norma. Ello también se puede aplicar al mundo laboral y universitario», señala Nick Zubanov, autor principal del estudio. Y concreta: «El rendimiento de los estudiantes no solo se ve influenciado por los beneficios personales, como aprobar un examen, sino también por las normas de desempeño».

En resumen, un simple «bien hecho» no solo consigue que la persona aludida se sienta mejor; también logra los otros se esfuercen más.

Más información en Journal of Behavioral and Experimental Economics

Fuentes: Spektrum.de/ Daniela Zeibig y Universidad de Constanza