Los investigadores advierten de los riesgos que comporta el uso de dispositivos domésticos para estimular el cerebro mediante corriente eléctrica; entre estos, efectos indeseados a largo plazo. [MyC]
Numerosos estudios sugieren que la aplicación de corriente eléctrica en el cerebro, práctica que se conoce como estimulación transcraneal por corriente directa (ETCD), puede mejorar la cognición así como disminuir los síntomas de depresión, ansiedad u otros estados mentales. Sin embargo, los dispositivos de ETCD de uso doméstico pueden comportar riesgos, han advertido en fecha reciente 39 expertos en estimulación cerebral.
Según señalan los investigadores, la estimulación eléctrica afecta al cerebro más de lo que los usuarios piensan, lo que puede llevar a alteraciones de las funciones cerebrales no deseadas. Por otra parte, si bien la estimulación de una región cerebral determinada puede mejorar la capacidad para llevar a cabo una tarea concreta, también puede dañar la capacidad de realizar otra. Más aún, los pequeños cambios en la configuración de la ETCD pueden conllevar resultados importantes e inesperados de larga duración. Tampoco se debe olvidar que los efectos de la ETCD varían mucho de persona a persona.
Tendencia en aumento
«Los artículos científicos pueden dar la impresión de que la ETCD posee claros beneficios sin efectos secundarios, lo cual puede que motive el «hágalo usted mismo». Sin embargo, por lo general, los autores de esos estudios científicos no alientan esta práctica. Ante el aumento de ETCD de fabricación propia, pensamos que ha llegado el momento de explicar por qué», indica Michael D. Fox, del departamento de neurología del Hospital General de Massachusetts y uno de los autores del reciente artículo.
Los científicos mencionan, entre otros argumentos, que la estimulación eléctrica interactúa con la actividad cerebral propia del cerebro, por lo que la acción que se lleva a cabo durante la ETCD puede alterar los efectos del dispositivo. Además, la ETCD produce efectos diferentes en las neuronas activas e inactivas durante el tiempo de estimulación.
Por otro lado, advierten de que las pequeñas diferencias en los parámetros de la estimulación eléctrica transcraneal por corriente directa pueden provocar consecuencias importantes. Por ejemplo, si se incrementa la duración del proceso de 10 a 20 minutos podría revertir el efecto esperado y provocar cambios indeseados. Del mismo modo, una alteración en la colocación de los electrodos, por pequeña que sea, puede producir cambios importantes, ya que con ello se modifica la trayectoria de la corriente eléctrica, lo que puede influir en los efectos neurofisiológicos del dispositivo.
Mäs información en Annals of Neurology
Fuente: Wiley
