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Ánades reales cazan y engullen pájaros

Se ha visto a unos patos cazar y engullir a una cría de colirrojo tizón [Stefan-xp].

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Inteligencia animal Inteligencia animal Oct/Dic 2014 Nº 78

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Son una vista familiar en lagunas y ríos las ánades reales (Anas platyrhynchos), uno de los patos más comunes. Junto con el pan que les dan los amigos de los animales, comen plantas y semillas, y también animales pequeños (insectos, larvas, gastrópodos, crustáceos); más raramente, se alimentan con vertebrados de poco bulto (renacuajos, pececillos). Sin embargo, cuando el alimento escasea pueden recurrir, parece, a métodos más radicales, como han observado casualmente en un estanque de 53 hectáreas de extensión Silviu Petrovan, de la Universidad de Cambridge, y Mihai Leu, del organismo de seguridad alimentaria y veterinaria rumano. En al menos dos casos las ánades cazaron pájaros jóvenes, como ambos investigadores cuentan en la revista Waterbirds. No se había documentado nunca semejante comportamiento entre las ánades.

Como ha contado la BBC, Petrovan iba de camino con unos amigos a observar aves cuando observaron la captura de los pájaros. Vieron, y fotografiaron, que una hembra adulta de ánade, después de que con su prole hubiese estado agitando las hierbas de la ribera, llevaba apresada en su pico a una cría de lavandera blanca, y que la sumergía una y otra vez; mientras, intentaba tragarla. Así pasaron diez minutos, hasta que, tras mucho esfuerzo, terminó de engullir a la víctima. En el segundo caso, una cría de colirrojo tizón fue a parar al agua tras huir de las maniobras en las hierbas de la prole de la hembra. El pájaro aleteaba y chillaba, pero los patos fueron a por él, y lo sumergieron y atacaron repetidas veces mientras trataban de desmembrarlo, y así durante algo menos de tres minutos, hasta que al final desapareció. El destino de este colirrojo no lo pudieron determinar Petrovan y sus acompañantes con exactitud: puede que se ahogase y hundiese, o quizá también fue engullido.

«Este comportamiento es muy raro y lo han aprendido hace poco», explica Petrovan en la BBC. A las ánades no les debe de resultar nada fácil devorar la presa. «Con su pico plano no pueden desgarrarla. Y los patos no se han desarrollado para digerir plumas y huesos». Los ataques se deben seguramente al tipo de hábitat en que viven esos patos. El estanque es profundo. Puede que les cueste dar con algo adecuado para comer, pues normalmente se alimentan en aguas someras. En California, sin embargo, las ánades se atreven hasta con el mar, adonde van a coger cangrejos, pese a que lo suyo es vivir en agua dulce. En cualquier caso, Petrovan está encantado con esos comportamientos: «Es fascinante que, de una u otra forma,estos animales hayan aprendido a apresar pájaros».

Daniel Lingenhöhl/Spektrum der Wissenschaft

Artículo traducido y adaptado por Investigación y Ciencia con permiso de Spektrum der Wissenschaft.

Más información en BBC.

Referencia: «Hunting and Consumption of Passerine Birds by Wild Mallards (Anas platyrhyncos)». Silviu O. Petroban y Mihal Leu en Waterbirds, vol. 40, núm. 2, págs. 187-190, publicado en junio de 2017.