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Andy Serkis dirige Mowgli: La leyenda de la selva: «El público espera canciones, pero es mucho más oscura»

Actualizado 05/12/2018 13:37:12 CET

   LONDRES, 5 Dic. (EUROPA PRESS – Carolina Casco) –

   Andy Serkis, conocido por sus interpretaciones con captura de movimiento, ha reunido el conocimiento acumulados tras años delante de las cámaras utilizando esta técnica para dirigir Mowgli: La leyenda de la selva, adaptación del clásico de animación El libro de la selva protagonizada por Rohan Chand. Una nueva versión que promete ser más «oscura» y menos edulcorada que la conocida por el gran público y que se acerca más al tono original del clásico de Rudyard Kipling.

   El filme, que se estrenará en Netflix este viernes 7 de diciembre, reúne a todo un elenco de estrellas de la talla de Christian Bale, Cate Blanchett y Benedict Cumberbatch, que se meten en la piel de los animales de la selva gracias a un impresionante trabajo técnico que ha llevado casi cinco años de intermitente rodaje.

   Serkis ha desobedecido la regla de oro de Alfred Hitchcock: nunca trabajes con animales ni con niños. Y aunque en este caso se trata de actores convertidos en animales, el mayor reto de la película ha sido darles vida, ya que el objetivo era que fuesen «tan atractivos y emotivos» como Mowgli. El director reconoce que fue «complicado» dotarles de un aspecto en el que se apreciara «su expresión humana».

   Sin embargo, Serkis lo ha tenido más fácil con el niño protagonista, Rohan Chand, quien lleva el peso emocional de la cinta. «Es un actor brilllante y se metió de lleno en el papel. Fue muy dedicado. Mi trabajo simplemente fue conducir su viaje de forma lógica», afirma en una entrevista con Europa Press durante la presentación del filme en Londres.

   Un viaje que, desde el punto de vista técnico, puso a prueba al joven intérprete. Aunque el actor rodó algunas escenas con Christian Bale, Cate Blanchett, Benedict Cumberbatch y Andy Serkis, repitió las tomas con actores sustitutos usando la captura de movimiento, lo que le supuso «un reto» a la hora de recordar las interpretaciones originales de sus compañeros.

BALOO, SIN MIEL NI EDULCORANTES

   Además de dirigir, Serkis también ha participado delante de las cámaras dando vida a Baloo. A punto de cerrar el proceso de casting, todos los actores estaban elegidos excepto el que daba vida al oso. «Entonces los productores se miraron y dijeron: ‘Andy, parece una locura pero tú estás acostumbrado a personajes con captura de movimiento, deberías interpretarlo», relata.

   Aunque Baloo se caracteriza en la versión animada por sus alegres canciones y su relajada filosofía de vida, Mowgli: La leyenda de la selva presenta una cara más oscura del personaje. «Es más un instructor militar que un oso feliz que come miel«, bromea.

   Además de la cinta de animación de 1967, El libro de la selva cuenta con otra adaptación, lanzada en 2016 y dirigida por Jon Favreau. Para Serkis, esta tercera versión se aleja de las anteriores y adopta un tono similar a la novela de Rudyard Kipling que inspiró los tres filmes. Un texto eclipsado por el clásico de Disney y desconocido para el público. «Mucha gente ni siquiera sabe que hay un libro, escrito en 1860«, destaca Serkis, que califica la obra de «oscura» a la vez que «alentadora».

   Para el realizador, «en muchas de las otras adaptaciones, Mowgli casi desaparece porque el foco está puesto en el humor, en los animales, las canciones, y su viaje emocional es a menudo enmascarado».

   La nueva película derriba así la imagen que el público tiene del relato de Kipling, alejándose del tono desenfadado y las pegadizas canciones de Disney. «Creo que los espectadores esperan El libro de la selva, pero se sorprenderán de lo emotiva, oscura y desgarradora que es», asegura Eddie Marsan, quien da vida a Vihaan, el lobo que adopta a Mowgli al comienzo de la historia. «No trata de ser como la versión de Disney, sino de explorar temas más profundos«, recalca el actor.

   «Es una versión más visual, más emotiva, más oscura. Hay una tristeza desgarradora pero también redención. No está edulcorada de ninguna manera. Es una forma más auténtica de contar la historia«, asegura Marsan.

MOWGLI, UN REFUGIADO

   El tema central es el viaje de Mowgli, atrapado entre dos mundos, hacia el descubrimiento de su propia identidad. «Hay millones de refugiados actualmente en el mundo. Gente que siente que nació en un país pero en realidad es de otro, inmigrantes. Hay un gran sentido de identidad, de búsqueda, y creo que la gente se sentirá identificada», reivindica Serkis.

   Ambientado en la India colonial, el filme tiene como temas de fondo la guerra y la influencia del hombre en la naturaleza, asuntos que tocarán de cerca a los espectadores. «Todos somos conscientes de que a diario destruimos nuestro planeta y sentimos que podemos hacer algo al respecto, pero al mismo tiempo hemos alcanzado un punto en que se nos escapa», señala.

   A pesar de tratar temas dirigidos a un público adulto, Chand apunta que la película también trata cuestiones que afectan a los jóvenes. «No tienes porqué encajar. Los niños de mi edad, en la redes sociales, sienten presión por tener un determinado aspecto o hacer determinadas cosas«. El protagonista de esta aventura demuestra que «no necesitas pertenecer a un lugar, puedes crearte el tuyo propio, seguir tu propio camino y ser fiel a ti mismo».

   Mowgli: La leyenda de la selva se proyectará en cines seleccionados de Nueva York, Los Ángeles, San Francisco y Las Vegas antes de desembarcar en Netflix el 7 de diciembre. Y aunque la puesta en escena del filme parece ser más indicada para la gran pantalla, Chand apuesta por el alcance mundial de Netflix frente a las tradicionales salas. «Es la manera en que mi generación y yo consumimos contenido. Nunca conseguiríamos tanto alcance con un estreno en cines«.