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Bacteriófagos para tratar infecciones resistentes a los antibióticos

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El uso excesivo e inadecuado de los antibióticos en la sociedad actual está provocando una aceleración en la aparición y propagación de bacterias resistentes a dichos medicamentos, lo que representa una problemática creciente no tan solo en el ámbito de la salud sino también en el social y el económico. Este monográfico (solo en PDF) repasa las estrategias usadas por ciertos microbios para desarrollar sus defensas contra los antibióticos y los métodos científicos que se están empleando en la lucha contra las cepas resistentes.

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La fagoterapia, el tratamiento de las infecciones bacterianas mediante bacteriófagos (bacterias que atacan a los virus) es una estrategia que ya se propuso hace cien años. Sin embargo, fue relegada a un segundo plano con el advenimiento de los antibióticos. Pero ahora, con el alarmante aumento de la resistencia a los antibióticos, se está renovando el interés por ella en Europa. No obstante, hasta el presente faltaban datos que permitieran saber cómo funciona la fagoterapia in vivo. «En el laboratorio, los fagos matan a las bacterias contra las que se dirige específicamente, pero en los animales y en los humanos la situación es diferente. Hasta ahora no se había tenido en cuenta la importancia de la reacción del huésped», comenta Laurent Debarbieux, del Instituto Pasteur. Su equipo acaba de demostrar que la eficacia de la fagoterapia depende del sistema inmunitario del paciente.

Los investigadores emplearon un doble enfoque: un modelo animal para evaluar in vivo la eficacia del tratamiento en diferentes contextos y modelos matemáticos para entender mejor la importancia del estado inmunitario del individuo en las posibilidades de éxito de dicha terapia. «Solo con el modelo animal es muy difícil reproducir las variaciones en la respuesta inmunitaria», explica Debarbieux. Su equipo estudió el efecto del tratamiento sobre Pseudomonas aeruginosa, bacteria implicada en las infecciones respiratorias que ha sido clasificada por la Organización Mundial de la Salud entre las más amenazantes en términos de resistencia a los antibióticos.

Los autores demostraron que en los ratones con un buen funcionamiento del sistema inmunitario el tratamiento resultaba eficaz. La inmunidad innata, la primera en reaccionar en caso de infección, se encarga de neutralizar las bacterias que se vuelven resistentes a los fagos. Sin embargo, ello no es así en los ratones que han sido modificados genéticamente para que su sistema inmunitario sea menos eficiente, en particular, cuando se reduce su población de neutrófilos (los glóbulos blancos de la sangre que participan sobre todo en la inmunidad innata). Las simulaciones matemáticas confirman que para que el tratamiento resulte eficaz se necesita una activación de la respuesta innata del 50 por ciento con respecto a la de un individuo sano (o un 20 por ciento si se supone que ninguna bacteria se resiste a a los fagos). En ningún caso los fagos por sí solos pueden erradicar la infección por P. aeruginosa.

El trabajo indica que los neutrófilos son esenciales tanto para erradicar las bacterias resistentes a los fagos como las otras. «Podríamos pensar en seleccionar aquellos pacientes que pudieran beneficiarse del tratamiento. Tal vez no sea apropiado o recomendable para las personas con una inmunodeficiencia grave», explica el investigador. El estudio también muestra la seguridad del tratamiento en ratones, así como la posibilidad de utilizarlo como preventivo, lo que podría ser de gran ayuda para reducir las infecciones en los hospitales.

Noëlle Guillon/Pour la Science

Artículo traducido y adaptado por Investigación y Ciencia con permiso de Pour la Science.

Referencia: «Synergy between the host immune system and bacteriophage is essential for successful phage therapy against an acute respiratory pathogen». D. Roach et al., en Cell Host and Microbe, vol. 22, n.º 1, págs. 38-47, 2017.