Inicio Intelectualidad Bob Dylan agradece por escrito el Nobel en banquete de honor

Bob Dylan agradece por escrito el Nobel en banquete de honor

El banquete de honor de los Premios Nobel fue el momento escogido para leer un discurso del premiado en Literatura, Bob Dylan, ausente en la ceremonia, en el que se dijo honrado por recibir un galardón «tan prestigioso», lo que dio al último acto de la jornada un valor especial.

Al final de la cena de gala es tradición que un premiado por categoría tome la palabra para hacer un breve discurso de agradecimiento, pues en la entrega de premios se limitan a hacer una reverencia al rey Carlos Gustavo, a los académicos y al público.

Tras conocerse la concesión del galardón, Dylan mantuvo un absoluto mutismo durante más de una semana, luego comunicó a la Fundación Nobel que aceptaba el galardón, pero que tenía compromisos que le impedían ir a recogerlo y que mandaría un discurso.

Dylan comenzó disculpando su ausencia, pero aseguró que estaba en «espíritu» y que se sentía honrado por recibir un premio «tan prestigioso», según las palabras del cantautor leídas por la embajadora estadounidense en Suecia, Azita Rajji.

Recibir el Premio Nobel era algo «que nunca habría podido imaginar», aseguró Dylan, quien nunca ha tenido tiempo de preguntarse si sus canciones son literatura, pero agradeció a la Academia que sí se lo hubiera planteado y que llegara a una respuesta «tan maravillosa, que le valió el galardón».

Dylan no asistió a la ceremonia de los Premios Nobel por tener otros compromisos y es la primera vez que rompe públicamente su mutismo desde que le dieran el galardón en octubre al escribir un discurso que fue leído al final del banquete de honor por la embajadora de Estados Unidos en Suecia, Azita Raji.

Dylan y recordó que desde pequeño ha «leído y absorbido» las obras de algunos laureados, «gigantes de la literatura» como Rudyart Kipling, George Bernard Shaw, Thomas Mann, Pearl S. Buck, Albert Camus o Ernest Hemingway.

«Que ahora yo me una a semejante lista de nombres realmente va más allá de las palabras», afirmó el cantautor.

«Si alguien me hubiera dicho que tenía la más mínima oportunidad de ganar el Premio Nobel, habría pensado que tenía las mismas que de estar en la luna. De hecho, en el año en que nací (1943) y en otros después nadie en el mundo fue considerado lo bastante bueno para lograrlo».

La concesión a Dylan del Premio Nobel de Literatura por parte de la Academia Sueca ha sido una decisión que no ha gustado a todos, al darle el galardón a un cantautor.

Sin embargo, «ni una sola vez he tenido tiempo de preguntarme: ‘¿son mis canciones literatura?», aseguró Dylan, quien agradeció a la Academia Sueca «por tomarse el tiempo de considerar esa cuestión tan concreta y, en última instancia, por dar una respuesta tan maravillosa».

El nuevo premio nobel señaló que sus canciones, que «son el centro vital de casi todo», parece que «han encontrado un lugar en la vida de mucha gente en muchas culturas diferentes» y está agradecido por ello.

En su texto recordó que cuando empezó a escribir canciones, siendo adolescente, e incluso al tener algo de fama, soñar a lo grande suponía esperar grabar discos y que sus canciones sonaran en la radio, es decir, llegar «a una gran audiencia» y poder «seguir haciendo lo que te habías propuesto».

Al final, ha grabado docenas de discos, tocado miles de conciertos en todo el mundo, «ante 50 mil personas, pero también ante 50» y aseguró que es «más difícil» hacerlo en el segundo caso.

50 mil son una persona única, pero 50 no. «Cada persona tiene una identidad individual separada, un mundo dentro de ellas mismas. Pueden percibir las cosas con mayor claridad».

En ese caso, «se pone a prueba tu honestidad y cómo se relaciona con la profundidad de tu talento. El hecho de que el comité Nobel sea tan pequeño no me pasa desapercibido»

Cuando Dylan supo que había logrado el Nobel, tras «más de varios minutos para procesarlo de manera adecuada», se acordó de William Shakespeare y en las cosas que pensaría al escribir y poner en pie una obra, no solo desde el punto de vista de la escritura sino de detalles cotidianos.

«Apuesto a que la última cosa que Shakespeare tenía en mente era la pregunta de si esto es literatura», indicó Dylan.

Y como Shakespeare, el cantautor también está ocupado «con frecuencia» en la búsqueda de sus esfuerzos creativos y «lidiando con todos los aspectos mundanos de las cosas mundanas de la vida» como quiénes serán los mejores músicos para una canción o si está grabando en el estudio adecuado.

Y es que -concluyó- hay cosas que «nunca cambian, ni en 400 años».

sc