Inicio Intelectualidad Casi la mitad de muertes por cáncer se podrían evitar

Casi la mitad de muertes por cáncer se podrían evitar

Un estudio reciente ha analizado el vínculo existente entre la incidencia de cáncer y los principales factores de riesgo. Su principal conclusión es que casi la mitad de las muertes que se producen por cáncer en todo el mundo se deben a factores de riesgo evitables, como fumar o beber alcohol.

El equipo encargado de este extenso estudio ha utilizado datos de casos de cáncer y muertes por esta enfermedad de más de 200 países. Su conclusión ha sido que los factores de riesgo fueron responsables de casi 4,5 millones de fallecimientos en 2019 (véase el primer gráfico). Eso supone más del 44 por ciento del total. Fumar, beber alcohol y tener un índice de masa corporal alto (que puede ser un indicio de obesidad) fueron las principales causas.

Los hallazgos, publicados en The Lancet el 20 de agosto, confirman los resultados de otras investigaciones más modestas. Según Rudolf Kaaks, epidemiólogo del Centro Alemán de Investigación sobre el Cáncer, en Heidelberg, el estudio demuestra que habría muchos menos casos si se redujera la exposición a los factores de riesgo. Para Kaaks, el mensaje que se intenta transmitir es muy sencillo: «No fumes. Procura no tener sobrepeso y no bebas demasiado alcohol».

Una incidencia demasiado elevada

Es muy difícil conocer con exactitud el número real de casos y muertes por cáncer en todo el mundo, ya que muchos países no registran dichos datos, señala Justin Lang, epidemiólogo de la Agencia de Salud Pública de Canadá, en Ottawa, y coautor del estudio. Para superar ese escollo, Lang y sus colaboradores utilizaron los datos de un estudio previo que analizaba las muertes y discapacidades provocadas por más de 350 enfermedades y lesiones en 204 países.

En 2019, la mitad de las muertes por cáncer en hombres y más de una tercera parte en las de mujeres se debieron a factores de riesgo evitables. Los principales fueron el consumo de tabaco y alcohol, las dietas desequilibradas, las relaciones sexuales sin protección y la exposición en el centro de trabajo a productos dañinos, como el amianto. Entre 2010 y 2019, las muertes provocadas en todo el mundo por estos factores de riesgo aumentaron un 20 por ciento. El que experimentó una mayor subida fue el exceso de peso (especialmente en los países con rentas más bajas).

Según Kelly Compton, directora de proyectos del Instituto de Medición y Evaluación Sanitaria (IHME, por sus siglas en inglés) de Seattle, integrado en la Universidad de Washington, estos resultados son muy importantes: «Si se combinan con los datos locales, pueden ayudar a los responsables políticos a determinar cuáles son los factores de riesgo prioritarios en las campañas de planificación del control de esta enfermedad».

La exposición al tabaco se ha reducido gracias a medidas eficaces, como la prohibición de fumar en numerosos espacios, el aumento de los impuestos sobre el tabaco y la prohibición de publicidad. Lisa Force, principal autora del estudio, que estudia la incidencia del cáncer y otras enfermedades en la Universidad de Washington, señala que se han recomendado tomar medidas similares para reducir el consumo excesivo de alcohol.

Investigación futura

El estudio no incluye otros factores de riesgo conocidos, tales como la exposición a la radiación ultravioleta y ciertas infecciones. Sí que citaron «las relaciones sexuales sin protección» como indicador del riesgo de cáncer asociado al virus del papiloma humano (VPH) y a otros virus de transmisión sexual. El cáncer de cuello uterino, provocado por ciertas cepas del VPH, es la principal causa de muerte por cáncer en las mujeres del África subsahariana. Allí, señala Kaaks, «si vacunáramos a toda la población contra el VPH se reduciría el número de casos y muertes por cáncer entre las mujeres».

El coautor del estudio Jonathan Kocarnik, que modeliza la incidencia mundial de cáncer en el IHME, señala que en futuros análisis prevén incluir factores de riesgo como las infecciones y la exposición a la radiación UV. Para ello, es necesario que se recojan los datos necesarios (por ejemplo, sobre los niveles de exposición a estos factores).

Los futuros trabajos también ayudarán a evaluar los efectos de la pandemia de COVID-19 sobre los casos y muertes por cáncer. Según un estudio realizado en 2020, se cree que, en 2025, el retraso en el diagnóstico provocado por la COVID-19 será el culpable de más de 3000 muertes por cáncer solo en Inglaterra. Esas muertes se podrían haber evitado. Kocarnik cree que también es posible que la pandemia haya modificado la exposición a ciertos factores de riesgo: por ejemplo, durante los confinamientos, los trabajadores estuvieron menos expuestos a productos dañinos. Sin embargo, añade que «necesitaremos años para comprender los cambios que se han producido en la exposición a los factores de riesgo y el impacto que ello supondrá en los casos futuros».

Giorgia Guglielmi/Nature News

Artículo traducido y adaptado por Investigación y Ciencia con el permiso de Nature Research Group.

Referencia: «The global burden of cancer attributable to risk factors, 2010–19: a systematic analysis for the Global Burden of Disease Study 2019»; Khanh Bao Tran et al. en The Lancet, vol. 400, n.º 10352, págs. 563-591, 20 de agosto de 2022.