Inicio Intelectualidad ¿Cómo influyen los macrófagos en la fertilidad masculina?

¿Cómo influyen los macrófagos en la fertilidad masculina?

  • Noticias

  • 20/09/2017

BIOLOGÍA REPRODUCTIVA

Responsables de eliminar los patógenos de nuestro organismo, estas células moderan también la respuesta inmunitaria para evitar la destrucción de los espermatozoides.

Journal of Experimental Medicine

En este corte de testículo de ratón, los túbulos seminíferos aparecen marcados en rojo y los macrófagos en verde. [N. Mossadegh-Keller y S. Mailfert / Centro de Inmunología de Marsella-Luminy]

¿Pueden los espermatozoides ser identificados como cuerpos extraños y ser destruidos por el propio sistema inmunitario? Un tipo de glóbulos blancos denominados macrófagos evitan esta situación indeseable. Además de participar con el resto del sistema inmunitario en la lucha contra las agresiones externas, estas células también desempeñan un papel como guardianes de la fertilidad masculina al mitigar la respuesta inmunitaria. Un estudio reciente acaba de aclarar cómo lo consiguen.

Los testículos asumen una función doble: liberar hormonas masculinas, como la testosterona, y producir las células reproductoras, los espermatozoides. No obstante, estos no se forman hasta la pubertad, mucho después de que el sistema inmunitario haya aprendido a no eliminar las células propias. Por consiguiente, los espermatozoides podrían no ser reconocidos como propios y ser destruidos. Pero gracias a la intervención de dos tipos de macrófagos, cuyo origen acaba de describirse, se conserva la función de los testículos. «En casi todos los órganos, los macrófagos participan en la protección, el mantenimiento y la reparación de los tejidos. En el cerebro conservan la arquitectura neuronal; en los pulmones eliminan el exceso de mucosidad. Su función está adaptada al órgano donde residen. En los testículos, se sabe que participan en la espermatogénesis y la producción de testosterona. Sin embargo, no conocíamos con exactitud su origen y su destino», comenta Michael Sieweke, que dirigió la investigación en el Centro de Inmunología de Marsella-Luminy.

Su equipo demostró que dos compartimentos de los testículos están poblados por macrófagos distintos: el compartimento intersticial, que también contiene las células que producen la testosterona, y el compartimento tubular, que rodea los túbulos seminíferos que albergan los precursores de los espermatozoides. Los macrófagos intersticiales se hallan presentes desde el desarrollo del embrión en el útero y se originan a partir de células madre embrionarias. Por el contrario, los macrófagos «peritubulares» no aparecen hasta la pubertad y derivan de progenitores hematopoyéticos de la médula ósea, el lugar donde se forman las células inmunitarias a lo largo de toda la vida.

Para obtener sus resultados, los investigadores aplicaron nuevas técnicas de seguimiento de células en ratones, entre ellas una denominada «transferencia de células». «Necesitábamos averiguar el recorrido de los macrófagos peritubulares desde la médula ósea hasta el testículo. Para ello, transferimos a machos recién nacidos células marcadas con una proteína fluorescente. El desafío consistía en lograrlo en animales jóvenes, antes de que alcanzaran la pubertad, y no en adultos, como se había hecho con anterioridad», explica Noushin Mossadegh, estudiante de doctorado y primer autor del estudio. El experimento reveló que todos los macrófagos peritubulares proceden de la médula ósea y que esta población aparece dos semanas después del nacimiento del ratón, momento que corresponde a la pubertad. Después de ese tiempo las dos poblaciones ya son muy estables en el testículo.

«Ahora necesitamos entender los mecanismos de la inmunodepresión inducida por estos macrófagos para asegurar la producción de espermatozoides. Este conocimiento fundamental podría abrir nuevas posibilidades», apunta Sieweke. «Algunas infertilidades están causadas por reacciones exageradas del sistema inmunitario, por lo que se podría actuar sobre los macrófagos.»

Noëlle Guillon / Pour la Science

Artículo traducido y adaptado por Investigación y Ciencia con permiso de Pour la Science.

Referencia: «Developmental origin and maintenance of distinct testicular macrophage populations». Noushin Mossadegh-Keller et al. en Journal of Experimental Medicine, jem.20170829, agosto de 2017.