Inicio Intelectualidad Crear nuevos fármacos, con menos efectos adversos

Crear nuevos fármacos, con menos efectos adversos

Describen un nuevo método que permitiría producir nuevos fármacos más seguros, con menores efectos secundarios. ¿La clave? La separación de enantiómeros «zurdos» y «diestros», según su diferente interacción con un campo magnético. [Pixabay]

Efecto secundario. Dícese de la consecuencia indirecta y generalmente adversa del uso de un medicamento o terapia. ¿Imagina el lector poder evitar dicha reacción indeseada? Ahora científicos de la Universidad Hebrea en Jerusalén y el Instituto de Ciencia Weizmann en Rehovot, liderados por Yossi Paltiel y Ron Naaman, han diseñado un nuevo método capaz de producir fármacos más seguros. Según el estudio, publicado por la revista Science, la clave radica en la quiralidad de los compuestos.

Del griego «mano», quiral describe aquellas moléculas o cuerpos distinguibles de su reflejo en un espejo. Las manos humanas son objetos quirales por excelencia. Una es la imagen especular de la otra, más no pueden superponerse, ya que, a pesar de su semejanza, en realidad son diferentes. Los compuestos quirales, también conocidos como enantiómeros, presentan lateralidad. Es decir, según la dirección hacia donde desvían un haz de luz polarizado, se clasifican en levógiros, «zurdos», o dextrógiros, «diestros».

mans.jpg

En su estudio, Paltiel, Naaman y su equipo observaron que el modo en que las moléculas quirales interactúan con un campo magnético depende de su lateralidad. Así, los compuestos «zurdos» se alinean con un polo del imán y los «diestros» con el opuesto. Ello permitiría la absorción de un enantiómero en la superficie de un sustrato magnetizado y, por consiguiente, su separación del otro. Este método, aplicable a cualquier tipo de molécula quiral, podría revolucionar la producción de fármacos.

Hasta ahora, la purificación de  los compuestos enantioméricos resulta muy costosa, y requiere de un protocolo específico para cada mezcla. Sin embargo, el organismo es especialmente sensible a la lateralidad de las moléculas y en consecuencia, minimizar la importancia de la separación quiral puede comportar trágicas consecuencias. Un claro ejemplo de ello fue el medicamento talidomida, recetado a principios de la década de 1950 y diseñado a fin de aliviar las náuseas durante el embarazo. Mas, si bien el enantiómero «diestro» realizó dicha función, el «zurdo» provocó graves deformidades en las extremidades de los fetos.

En la actualidad, a pesar de su retirada en los años 60, los efectos adversos del fármaco aún son visibles y la reivindicación de los afectados continúa.

Marta Pulido Salgado

Referencia: «Separation of enantiomers by their enantiospecific interaction with achiral magnetic substrates», de K. Banerjee-Ghosh et al. en Science, eaar4265, publicado el 10 de mayo de 2018.