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Dani de la Torre lleva a Michelle Jenner y Luis Tosar a la violenta Barcelona de los años 20 en La sombra de la ley

Publicado 10/10/2018 13:55:17CET

   – «Si me dicen hace cinco años que voy a hacer una película como esta, no me lo creo», confiesa el director

   MADRID, 10 Oct. (EUROPA PRESS) –

   Dani de la Torre dirige a Luis Tosar y Michelle Jenner en La sombra de la ley, una película ambientada en la Barcelona de los años 20 y que llega a los cines este jueves 11 de octubre para, de alguna forma, convertirse en primer filme de gánsteres patrio. «Si me dicen hace cinco años que voy a hacer una película como esta, no me lo creo«, reconoce el director gallego.

La sombra de la ley traslada al espectador hasta 1921, donde la Ciudad Condal está sumida en el caos en unos días en los que las revueltas sindicales y anarquistas conviven con el oscuro mundo de los gánsteres, la corrupción policial y el desenfreno y la exuberancia de las noches de cabaret. Un contexto «muy diverso y agitado» y, hasta ahora, prácticamente inédito en el cine español, en el que el robo de un tren lleno de armas será el detonante de una oscura trama policial.

   «Si me dicen hace cinco o seis años que voy a hacer una película como esta no me lo creo. Me han llamado loco muchas veces… desde que me dedico a contar historias«, reconoce el cineasta gallego en una entrevista para Europa Press en la que, mientras recibe un espaldarazo -literal- de Luis Tosar, recuerda cómo durante sus primeras incursiones en los festivales de cortometrajes «un tipo del cine que no voy a decir su nombre» le dijo: «Tú lo tienes muy difícil, chaval. Yo dejaría de hacer estas historias porque en el cine español no se hace cine de acción«.

   A él le dio igual y siguió convencido que el cine de género era su camino. Tras aquellos cortos con los que «la gente se partía el culo en los festivales», en 2015 llegó su primer largometraje, El Desconocido protagonizado también por su gran amigo Tosar, con el que recibió ocho nominaciones a los Goya y se llevó se llevó dos premios (mejor montaje y mejor sonido). Ahora vuelve a la carga con «ese tipo de cine que demanda el espectador«. Y lo hace convencido de que «si le damos lo mismo que de le da el cine americano, con nuestras historias puede resultarle también muy atractivo».

   De la Torre reconoce que hace pocos años «era inviable» hacer una película como La sombra de la Ley que ahora ha sido posible, principalmente, «gracias a las tecnologías y los efectos digitales». «Estamos avanzando y estamos abriendo puertas. Nosotros con esta película hemos abierto una. Lo que mola es que seguimos evolucionando y el espectador tiene nuevas propuestas», insiste.

   Una propuesta que De la Torre afrontó con el objetivo de, sin convertir el filme «en una fiesta de disfraces», representar fielmente y de forma inmersiva una Barcelona prácticamente tomada por el crimen organizado y los pistoleros. Una ciudad que, dejando de lado el tema de la Ley Seca, era prácticamente como el Chicago de las películas de Al Capone.

   «Antes de leer el guión era consciente de la convulsión sociopolítica de la época, pero no sabía que era una Barcelona de ‘pistolerismo’ ni que hubiese sicarios y que muchos de ellos pertenecían a la propia policía«, reconoce Tosar para, acto seguido, apostillar que «políticos corruptos los ha habido en todas las épocas, y siempre ha sido así, pero algo tan organizado y dentro de la policía… nos lleva a otras culturas y otras cinematografías».

   Y aunque rápidamente vengan a la mente referentes del cine estadounidense como Los intocables de Eliot Ness, Erase una vez en América o la más reciente Camino a la perdición, La sombra de la ley «no es una película pura de gánsteres», sino que mezcla otras muchas cosas, como el contexto de la lucha sindical, el mundo del cabaret y también una historia de amor la hace, según Tosar, «mucho más cercana».

CONFLICTOS MUY VIGENTES

   Y es que, destaca Michelle Jenner, que interpreta a Sara, una de las líderes revolucionarias que lucha en la calle por la equiparación salarial entre hombres y mujeres, a pesar de que la trama de La sombra de la ley tiene lugar hace casi un siglo, presenta al público cuestiones que siguen muy vigentes hoy en día: corrupción, desigualdades sociales, machismo, brecha salarial…

   «Parece que desgraciadamente en cien años hemos cambiado muy poco», señala la actriz. «Es muy triste que parece que en aquella época se avanzó más de lo que se está avanzando ahora», apostilla Tosar que coincide con De la Torre en destacar que en aquellos años 20 fueron una época de cambio que contiene importantes claves para entender de dónde viene este país, pero quedaron sepultados por la Guerra Civil.

   «Los años 20 en España fueron luminosos, una época de cambio, de revuelta, de reivindicación de derechos, de fiesta, de la libertad sexual, de la irrupción de las drogas… pero luego vino aquel Golpe de Estado y nos fundimos a negro», afirma el director que también coincide con sus protagonistas en desear para el futuro de La sombra de la Ley una buena marcha en taquilla antes que un reconocimiento en forma de premios. «Los premios son preciosos, pero yo hago cine para que espectador vaya a verlo. Si no… no tendría ningún sentido. Sería como abrir un restaurante y que no entre nadie, estás solo esperando la estrella Michelín», afirma el director.

«BARCELONA ERA ‘MOLT FORT'»

   Idéntico deseo para la película tienen Ernesto Alterio, que interpreta al brutal policía conocido como ‘El Tísico’, Adriana Torrebejano, que da vida a Lola, una estrella del cabaret que pone «mucha luz y lujuria» a la historia, y Jaime Lorente, que interpreta a León, un impetuoso líder revolucionario. «Taquilla a ‘full’«, dicen los tres actores al unísono.

   «Queremos que funcione, que vaya mucha gente a verla y que la disfruten muchísimo. Lo demás forma parte de otra cosa, lo importante es que el público se enganche, se entretenga y viaje con nosotros a los años 20″, señala Lorente que cree que si no se hizo una película de época como esta anteriormente en España no fue por falta de historias, sino «por la pasta».

   «Barcelona era ‘molt fort’«, apostilla Alterio que destaca del filme su «potencia visual» y su capacidad para «sumergirte en ese mundo» oscuro y complejo en el que «no hay ni buenos ni malos» invitando así al espectador «a sacar su propias conclusiones». «Ves las motivaciones de cada personaje, de cada parte… Aunque sí es cierto que en cuanto a mi personaje no hay mucho por dónde cogerle«, dice entre risas.