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El misterio de las 5 tumbas sin descubrir

Supuesto sarcófago de Alejandro Magno


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Muertes absurdas de famosos de la Historia

Cinco grandes figuras de la Historia siguen sin descansar en ningún lugar conocido.

Éstos son los 5 protagonistas de la Historia que ni descansan en paz, ni tienen donde caerse muertos:

Fue el más grande conquistador de la Antigüedad y hasta el siglo III su tumba fue visitada por diversos emperadores. Luego… desapareció. Algunos piensan que pudiera encontrarse en el santuario de Siwa, por ser allí donde se le proclamó faraón de Egipto; otros apuntan a Alejandría, la ciudad que ordenó edificar, o incluso a su Macedonia natal.

Muerto el 18 de agosto de 1227, lo único que se sabe sobre el posible paradero de su tumba es lo que nos cuenta La Historia secreta de los mongoles, libro escrito en el año 1240. En él se relata cómo el cuerpo fue enterrado en un lugar secreto, tras lo cual mil jinetes galoparon en círculo hasta borrar todo posible rastro de la sepultura. A su muerte fueron sacrificadas 40 doncellas y sus 40 mejores caballos.

Convertido en único caudillo de Al-Ándalus en 981, Almanzor encontró la muerte en la localidad soriana de Bordecorex el 10 de agosto de 1002. Algunas crónicas dicen que fue enterrado en Medinaceli, siendo su sudario la tierra recogida en sus campañas, pero todavía hoy el paradero exacto de su tumba es un misterio.

En el año 453, Atila falleció en su noche de bodas. Se cuenta que sus propios soldados lo enterraron y que luego se suicidaron para no desvelar el lugar. Se cree que su tumba puede estar entre Rumanía y Bulgaria, en razón de la costumbre de los viejos pueblos nómadas asiáticos de enterrar los cuerpos en los territorios ancestrales de sus respectivas tribus. Se dice que fueron tres los ataúdes que cubrieron su cuerpo antes de enterrarlo: de hierro, de plata y un tercero de oro puro.

5.- Don Rodrigo

Último rey visigodo, de los 33 que gobernaron en la Península (comenzando por Ataúlfo en el año 410), Rodrigo murió en la batalla de Guadalete, aunque algunas versiones dicen que logró escapar y que falleció en la huida. Así, unas leyendas sitúan su tumba en Huelva, otras en Salamanca y las antiguas crónicas del Reino de León la localizan en Viseo y afirman que, al ser repoblada en 868, se encontró una lápida que decía: «Aquí yace Rodrigo, rey de los godos».