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El punto de ruptura en las sociedades animales

Basta con que algúna macaco de cola de cerdo sureño más pariticipe en conflictos que usualmente implican a solo dos o tres individuos para que el grupo sobrepase un punto crítico, a partir del cual el conflicto se generalizará [A. J. Haverkamp].

La probabilidad de que una sociedad animal esté cerca de una subversión drástica de su ordenación jerárquica se puede evaluar con un modelo matemático elaborado por unos investigadores de la Universidad del Estado de Arizona y del Instituto de Santa Fe, uno de los centros más destacados de investigación de los sistemas complejos, que lo describen en Nature Communications.

Medio siglo de estudios de sistemas complejos, como los enjambres, los rebaños y los bancos de peces, han dejado claro que a menudo están muy cerca de un punto crítico, es decir, de una condición de agitación e inestabilidad sobrepasada la cual la situación se precipita y ocurren cambios radicales.

El matemático René Thom creó un modelo de esta dinámica en los años cincuenta y sesenta del siglo pasado con su teoría de las catástrofes, pero no permitía una medida cuantitativa y, por lo tanto, no tenía un uso práctico.

En el nuevo estudio, Bryan C. Daniels y sus colaboradores han logrado crear un modelo alternativo de esta dinámica aplicando técnicas de mecánica estadística a los datos reunidos desde 1998 sobre el comportamiento y las sacudidas sociales de un grupo de 48 macacos que viven en el Centro Nacional de Primates Yerkes, en Georgia, Estados Unidos. La mecánica estadística utiliza nociones probabilísticas para conectar las propiedades de los elementos individuales de un sistema complejo (en este caso, el comportamiento de cada macaco) a las propiedades macroscópicas del sistema (la estructura social del grupo).

Daniels y sus colaboradores han descubierto así que la distancia al punto crítico se puede calcular basándose en el número de macacos que manifiestan en un mismo momento comportamientos agitados y conflictivos. En el caso del grupo estudiado, del cual han extraído los investigadores un modelo de validez general, los conflictos suelen afectar a dos o tres ejemplares, lo que no determina una conmoción social generalizada. Pero cuando las tensiones afectan a cuatro o cinco individuos a la vez, explica Daniels, se llega al punto crítico y basta casi con cualquier brote de tensión para que se llegue a un conflicto mucho más vasto que alterará la jerarquía social.

No obstante, todos los monos contribuyen en una determinada medida a la agitación del grupo y, por lo tanto, a la distancia al punto crítico. Si, por ejemplo, una lucha implica a un ejemplar muy «popular» entre sus semejantes, al punto crítico se llega ya con cuatro individuos; si no, se requieren cinco. Por el contrario, el punto crítico se aleja si alguno interviene para interrumpir un conflicto actuando sobre ese ejemplar en concreto.

Más información en Nature Communications.

Fuente: Le Scienze.