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En el amor domina el hemisferio cerebral izquierdo

¿Qué ocurre en nuestro cerebro cuando besamos o hablamos con la persona a la que amamos? A fin de responder esta pregunta, investigadores del Instituto de Neurociencias Cognitivas de la Universidad de Ruhr, en Alemania, equiparon parejas de enamorados con pequeños dispositivos portátiles diseñados para medir las corrientes eléctricas cerebrales. Fijada en la superficie del cráneo, esta técnica de encefalografía en miniatura recogió las distintas ondas que emite el cerebro mientras los enamorados cocinaban juntos, se dedicaban palabras de cariño o se besaban apasionadamente.

Los investigadores observaron que la corteza frontal izquierda dominaba sobre su homóloga derecha durante las muestras de afecto y conversaciones románticas. Esta diferencia funcional entre los dos hemisferios cerebrales se denomina asimetría cortical y refleja un mecanismo de inhibición lateral. Es decir, en situaciones con una carga emocional positiva, las conexiones laterales entre los dos hemisferios permitirían a la corteza frontal izquierda bloquear la corteza frontal derecha.

El hallazgo contradice afirmaciones anteriores que relacionan el hemisferio derecho con emociones placenteras e instintivas, alejadas de la razón. Sin embargo, en los últimos años, también se ha observado que las experiencias emocionales, como los estados de meditación, activan la corteza frontal izquierda. Ello sugiere la existencia de similitudes entre los procesos de meditar y amar.

Aun así, en momentos románticos, el hemisferio derecho y, en concreto, sus áreas parietales, situadas más atrás de la corteza frontal, también permanece activo. De forma interesante, cuando los amantes se abrazaron no se observó ninguna de estas asimetrías entre ambos hemisferios. Dado que los abrazos no son exclusivos del amor romántico, pues pueden darse también entre amigos, familiares o conocidos, los investigadores postulan que, en esta situación, el organismo sufriría una suerte de engaño y reaccionaría de forma distinta.

En un futuro, dada su portabilidad y discreción, los aparatos de electroencefalografía usados podrían facilitar el estudio de la corteza frontal izquierda en la intimidad de la alcoba. Ello permitiría a la investigación ir un paso más allá.

Sébastien Bohler

Referencia: «Investigating real-life emotions in romantic couples: a mobile EEG study» de J. Packheiser et al., en Scientifc Reports; 11:1142, publicado el 13 de enero de 2021.