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¿Es preocupante el aumento de la variante XBB.1.5 del coronavirus en Estados Unidos?

Año nuevo, variante nueva. Justo cuando los científicos se familiarizaban con la sopa de letras de variantes del SARS-CoV-2 que circulan por todo el mundo (BQ.1.1, CH.1.1 y BF.7), se han encontrado con un linaje que, gracias a una mutación concreta, destaca por encima de todos los demás.

Según las predicciones realizadas por el Centro para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés) en Atlanta, Georgia, la subvariante XBB.1.5 es la responsable de alrededor del 28 por ciento de todos los casos actuales de COVID-19 en Estados Unidos. También está aumentado su presencia a escala mundial. Durante este invierno, en el nordeste de Estados Unidos ya es la variante dominante.

«Estamos bastante seguros de que ocurrirá lo mismo en todo el mundo. Ahora mismo no tiene competidora. Ninguna otra variante se le puede comparar», señala Yunlong Cao, inmunólogo de la Universidad de Pekín, cuyo equipo estudia las propiedades del XBB.1.5 en el laboratorio.

Los distintos especialistas coinciden en que es pronto para saber cuál será el impacto de XBB.1.5. Es posible que la variante no provoque un gran aumento de las infecciones u hospitalizaciones. Eso se deberá a la elevada inmunidad acumulada por la exposición a oleadas anteriores de COVID-19 y a las vacunaciones, en particular los refuerzos recientes para las personas con mayor riesgo de enfermar con gravedad.

Sin embargo, aunque XBB.1.5 no provoque una gran ola de COVID-19, será importante seguir su evolución de cerca. Esta subvariante porta una mutación poco común que podría aumentar su capacidad infectiva, y facilitar así su evolución.

Bisnieto de ómicron

Como sugieren sus siglas, XBB.1.5 es descendiente de una variante del SARS-CoV-2 llamada XBB. Ese linaje es un recombinante de dos descendientes del linaje BA.2 que empezó a destacar a principios de 2022. A su vez, BA.2 procede de ómicron. La proteína de la espícula del XBB presenta un conjunto de mutaciones que aumentan la capacidad de la variante para evitar a los anticuerpos. Gracias a esta peculiaridad, XBB se ha vuelto muy común durante los últimos meses, sobre todo en Asia, donde ha sido la responsable del aumento de casos en Singapur.

Los encargados de vigilar la aparición de nuevas variantes detectaron la presencia de XBB.1.5 a finales de 2022. Su principal característica es que porta una mutación poco frecuente, llamada F486P, en un aminoácido de la proteína de la espícula. Los experimentos del laboratorio de Cao indican que la mutación mejora la capacidad de la variante para unirse al receptor humano ACE2, que el SARS-CoV-2 utiliza para invadir las células. Un aspecto fundamental es que no parece que la mutación merme la capacidad de XBB para evitar a los anticuerpos. Los resultados se publicaron en el servidor de preimpresión el 5 de enero y aún no han sido revisados por pares. «El XBB no es muy eficiente a la hora de unirse al receptor ACE2», afirma Cao, y la mutación F486P presente en XBB.1.5 ayuda a superar esa deficiencia.

Para Jesse Bloom, virólogo evolutivo del Centro Oncológico Fred Hutchinson de Seattle, la relación entre la capacidad de una variante para unirse a ACE2 y su transmisibilidad no está del todo clara. Pero cree que es muy posible que en el caso de XBB.1.5, «F486P haya facilitado su propagación».

El CDC calcula que XBB.1.5 es la segunda variante más común en todo Estados Unidos, ya que es la responsable del 28 por ciento de todos los casos. En el nordeste llega al 70 por ciento (vea el gráfico «Año nuevo, variante nueva»). Moritz Gerstung, biólogo computacional del Centro Alemán de Investigación Oncológica de Heidelberg, calcula que el número de casos provocados por esta variante se duplican cada semana en Estados Unidos, y un poco más lentamente en otros países. Su ritmo de propagación es similar al que tuvieron las variantes BQ.1 y BQ.1.1 en septiembre de 2002, pero más lento que el de las anteriores oleadas de ómicron. A Gerstung le ha impresionado su velocidad.

También añade que todavía no está del todo claro si dicho crecimiento se mantendrá en el tiempo o si aumentará el número de infecciones.  En su momento, se creyó que BQ.1 y BQ.1.1. iban a producir olas considerables, pero se agotaron tanto en Europa como en Norteamérica. Si ocurre lo mismo con XBB.1.5, el linaje podría acabar sustituyendo silenciosamente a otras variantes en algunos países sin causar un gran aumento de casos.

Una variante neoyorkina

Jennifer Surtees, bioquímica de la Universidad de Buffalo (Nueva York), se pregunta si estos estudios sobrestiman el crecimiento de la XBB.1.5 en el noreste de Estados Unidos. La variante se ha hecho más común en las secuencias del oeste del estado de Nueva York que maneja su equipo, pero aún no ha observado el meteórico aumento de genomas XBB.1.5 que están registrando los laboratorios de la ciudad de Nueva York.

Según Surtees, el hecho de que cada vez se realizan menos pruebas de COVID-19 puede complicar la medición del impacto de XBB.1.5. Cree que «ahora mismo estamos a ciegas. No tenemos ni idea de cuántos casos hay ahí fuera».

Tulio de Oliveira, bioinformático de la Universidad sudafricana de Stellenbosch, cree que se deberían analizar los casos hospitalarios y otros indicadores de gravedad de la enfermedad para medir mejor el impacto de XBB.1.5. Según él, factores como una ola de frío en el noreste de Estados Unidos y las reuniones navideñas podrían explicar en parte el aparente aumento de la variante. «Creo que muchos científicos sacan conclusiones y realizan predicciones muy pronto y con muy pocos datos.»

Una variante escurridiza

En lo que sí existe cierto consenso es en que XBB.1.5, al igual que su predecesor XBB, es un maestro de la evasión inmunitaria. Es portador de numerosas mutaciones en la espícula que reducen la capacidad de los anticuerpos generados por la vacunación y la infección, incluidas las cepas ómicron anteriores. Cao señala que las vacunas bivalentes aumentan los niveles de anticuerpos capaces de bloquear la infección por XBB (y puede que también XBB.1.5) en las pruebas de laboratorio, pero no mucho.

A lo largo de 2022, diversos investigadores, entre ellos el propio Cao, observaron como en la variante ómicron se iban produciendo una serie de mutaciones en la proteína viral de la espícula que evitan los anticuerpos y permiten a los nuevos linajes superar la inmunidad adquirida con las vacunas y las oleadas anteriores. XBB.1.5 es mucho más transmisible que otras variantes circulantes gracias a la mutación F486P, por lo que actualmente hay poca presión evolutiva para que el linaje siga cambiando, afirma Cao.

A medida que aumente la inmunidad global a la subvariante, la XBB.1.5 no se quedará quieta, afirma. «Aparecerán una gran cantidad de nuevas mutaciones que nunca antes habíamos visto.»

Ewen Callaway/Nature News

 Artículo traducido y adaptado por Investigación y Ciencia con el permiso de Nature Research Group.

Referencias: «Enhanced transmissibility of XBB.1.5 is contributed by both strong ACE2 binding and antibody evasion». Can Yue et al. en el archivo de preimpresión bioRxiv,  522427, 3 de enero de 2023.

«Improved Neutralization of Omicron BA.4/5, BA.4.6, BA.2.75.2, BQ.1.1, and XBB.1 with Bivalent BA.4/5 Vaccine». Jing Zou et al. en el archivo de preimpresión bioRxiv, 516898, 17 de noviembre de 2022.

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