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‘Falstaff’ despierta la compasión y la risa del Teatro Real en un estreno recibido con entusiasmo

Publicado 24/04/2019 0:30:57CET

MADRID, 24 Abr. (EUROPA PRESS) –

La ópera bufa ‘Falstaff’, la última creación operística que compuso Giuseppe Verdi antes de su muerte, ha despertado la risa por parte del público del Teatro Real, que en su estreno en el coliseo madrileño ha aplaudido con entusiasmo esta coproducción.

Esta comedia lírica en tres actos, dirigida en esta ocasión por Daniele Rustioni, parte de un libreto de Arrigo Boito, basado en las obras de teatro ‘Enrique IV’ y ‘Las alegres comadres de Windsor’, de William Shakespeare y su llegada al Teatro Real con esta nueva producción coincide en su estreno este 23 de abril con una fecha señalada: el día en el que conmemora la muerte de Shakespeare y Cervantes.

Precisamente, tal y como muestra esta puesta en escena de Laurent Pelly, Falstaff se presenta como un personaje en cierto modo quijotesco, no en su sentido del honor, del que el personaje de Cervantes puede presumir y que al corpulento personaje de la ópera de Verdi le falta, pero sí en la soledad que sufre y en cómo se convierte en el hazmerreír de la sociedad.

El público del Teatro Real ha recibido con aplausos esta coproducción y, aunque parte del público ha expresado su descontento con la puesta en escena, la audiencia satisfecha pronto ha acallado las voces discordantes con un caluroso recibimiento al francés Laurent Pelly.

El director de escena traslada al presente la acción y sitúa la propuesta entre el sueño y la realidad. Las escenas de la taberna en la que habita Falstaff, que funciona como una caja en la que se encierra el mundo interior del protagonista, se suceden con un juego de escaleras en las que hasta nueve cantantes exponen su destreza técnica.

El director musical, Daniele Rustinioni, ya avisó en rueda de prensa de la estructura «rica, brillante, compleja y difícil de interpretar», tanto por el personaje principal como por los secundarios. Sin embargo, los cantantes han defendido con holgura sus papeles, algo que el público no ha dudado en agradecer, especialmente en el caso del barítono Roberto de Candia (John Falstaff) y de la soprano Rebecca Evans (Alice Ford).

«TODO EL MUNDO ES BURLA»

En escena, unos burgueses se entretienen martirizando a Falstaff, un ser marginal cuya idea loca de seducir se convierte en una pesadilla para él, lo que despierta la compasión del público hacia este personaje aterrorizado por la malicia, a pesar de su inmoralidad. «Todo el mundo es burla», cantan los personajes de esta ópera al final de la pieza, en la que el propio público se ve reflejado en un espejo, metáfora quizás del propio mensaje de la ópera de Verdi.

Tal y como señaló Pelly durante la presentación ante la prensa de esta obra, que llega al coliseo madrileño tras 17 años de ausencia, la colaboración de Boito y Verdi consiguió una expresión «cien por cien shakesperiana» que retrata «la vida misma, con las miserias y las alegrías».

Otro de los grandes aplaudidos de esta noche ha sido el director musical, Daniele Rustinioni, quien en la rueda de prensa destacó que esta obra funciona «como un reloj», por la importancia del «elemento rítmico» y contiene momentos «de gran lirismo», «íntimos» y de «introspección», que también se acercan al belcantismo. «Es una joya, una ópera de gran belleza que puede considerarse una ópera universal», dijo hace unos días.

Esta coproducción, en la que participan también el Théatre Royal de La Monnaie de Bruselas, la Ópera National de Bordeaux y la Tokyo Nikikai Opera Foundation y Neoescenografia S. L., contará con un total de 11 representaciones: al estreno se suman los días 24, 25, 27, 28 y 30 de abril.