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Ferlosio celebra su 90 cumpleaños con la idea de seguir escribiendo: «Se hará lo que se pueda»

Publicado 04/12/2017 17:16:47CET

   MADRID, 4 Dic. (EUROPA PRESS) –

   El escritor Rafael Sánchez Ferlosio ha celebrado este lunes 4 de diciembre su 90 cumpleaños en un acto en el que ha estado acompañado por diversas personalidades del mundo político y cultural y en la que el autor ha bromeado sobre escribir futuras obras, asegurando que «se hará lo que se pueda».

   «Una vez Valle-Inclán se acercó a un torero que era muy bueno y le dijo: ‘A ti solo te falta que te mate un toro’. Y el torero respondió: ‘Se hará lo que se pueda, don Ramón’«, ha recordado con humor el creador de ‘El Jarama’ ante un grupo de periodistas que han preguntado sobre su intención de continuar en la escritura.

   Ferlosio ha señalado que no se puede «quejar» de su estado de salud y ha explicado que ha disfrutado de un homenaje que «ha ido muy bien y maravillosamente». «No sé cómo pasaré el día, ahora volveré a casa y no haré nada especial«, ha señalado el escritor tras recordar que tiene que «cuidarse», en especial ante la «polución» en el aire.

   Al evento han acudido nombres de las letras como Félix de Azúa, Fernando Sánchez Dragó, Andrés Trapiello, Belén Gopegui, Arcadi Espada, Manuel Vicent o José María Guelbenzu, a los que se ha sumado el ministro de Educación, Cultura y Deporte, Íñigo Méndez de Vigo, el secretario de Estado de Cultura, Fernando Benzo, o políticos como Irene Lozano o Cayetana Álvarez de Toledo.

   El acto ha sido inaugurado por la consejera delegada de Penguin Random House, Nuria Cabutí, quien ha recordado el «horror y la repugnancia» que ha mostrado habitualmente Ferlosio a unos reconocimientos que le sitúan en el «grotesco papelón del literato», como denunció hace 60 años cuando salió ‘El Jarama’.

   El crítico Ignacio Echevarría, compilador de los ensayos y artículos del autor, ha recordado «no solo la belleza, lucidez y sabiduría» de Ferlosio, sino también «la ejemplaridad y el referente moral» que ha supuesto para varias generaciones de escritores. «Siempre ha dicho que se siente muy querido y no entiende a quienes se vanaglorian de hacerse a sí mismos«, ha resaltado.

QUIJOTESCO Y MACHADIANO

   Ferlosio, quien ha estado acompañado por su mujer, Demetria Chamorro, ha escuchado también los halagos de Méndez de Vigo, quien le ha asegurado que «la vida de un escritor no tiene destino». «Otros vamos marcando horizontes a alcanzar en el calendario, mientras nos vamos retirando del primer plano, pero el escritor escribe siempre para la eternidad«, ha señalado el ministro.

   Méndez de Vigo ha elogiado los textos del escritor homenajeado, que son «indiscutibles, hartamente conocidos y siempre se vuelve a ellos encontrando matices». «Le agradezco en nombre de todos los españoles una vida consagrada a las letras del pensamiento«, ha resaltado, tras apuntar una forma de ser «quijotesca y machadiana al margen de intereses».

‘EL JARAMA’, SU GRAN ÉXITO

   El novelista y ensayista Sánchez Ferlosio estuvo adscrito en sus inicios al realismo social de la posguerra, en una etapa en la que escribió su obra más emblemática ‘El Jarama’, galardonada con el premio Nadal en 1955 y el premio de la Crítica en 1957.

   Vivió sus primeros años en Roma, donde su padre era corresponsal y cronista del diario ‘ABC’. En sus años universitarios entró en contacto con un grupo de jóvenes escritores, entre los que estaba Ignacio Aldecoa, Jesús Fernández Santos y Carmen Martín Gaite, con quien se casó en 1954.

    En 1951 Sánchez Ferlosio se dio a conocer oficialmente en el mundo de las letras con el relato ‘Industrias y andanzas de Alfanhuí’, obra en la que confluyen la ficción autobiográfica y una serie de recursos que, emparentados con lo fantástico, acentúan la sensación de descrédito de la realidad.

   Como ensayista y articulista, en 1974 publicó ‘Las semanas del jardín’, un volumen de reflexión crítica sobre las técnicas y los recursos narrativos, pero no sería hasta más de una década después, en 1986, cuando retomaría el género de la novela con ‘El testimonio de Yarfoz’, una historia épica e intimista con la que fue finalista del premio Nacional de literatura, en su modalidad de narrativa.