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Greta Gerwig dirige Lady Bird: «Saoirse Ronan y Laurie Metcalf son actrices muy poderosas»

Actualizado 19/02/2018 11:19:59 CET

MADRID, 19 Feb. (EUROPA PRESS) –

Este viernes llega a los cines españoles Lady Bird, la aclamada opera prima de Greta Gerwig protagonizada por Saoirse Ronan. La propia directora ofrece algunas de las claves de este filme nominado a cinco premios Oscar, incluidos los de mejor película, mejor dirección y mejor actriz, y que parte como uno de los títulos favoritos en los premios de la Academia de Hollywood que se entregaran el próximo 4 de marzo.

«Disfrute muchísimo durante el rodaje y trabajando con los actores como directora, porque cada uno hizo una contribución esencial«, afirma Gerwig en este clip en primicia para los lectores de Europa Press en el que también analiza el trabajo de Saoirse Ronan y Laurie Metcalf, que con su particular relación madre-hija son el centro del filme.

«Saoirse y Laurie son actrices muy distintas, pero ambas son fantásticas. Son tremendamente poderosas y generan empatía, verlas trabajar juntas cada día fue una auténtica delicia«, dice la directora que agradece el tremendo «empuje y la entrega» de los actores más jóvenes como Lucas Hedges, Timothée Chalamet o Beanie Feldstein y también el saber estar y la veteranía de los más experimentados Tracy Letts, Stephen Henderson o Lois Smith a los que define como «algunos de mis actores favoritos de la historia«.

«En cada etapa del proceso me costaba creer que todas esas personas con ese talento enorme dedicaran su tiempo y su saber a hacer esta película«, recuerda Gerwig que asegura que «Lady Bird es lo que es gracias a ellos».

Lady Bird sigue los pasos de Christine McPherson (Saoirse Ronan), una joven incontrolablemente amorosa, profundamente obstinada y de opiniones férreas. Por mucho que luche contra ello, es exactamente igual que su madre (Laurie Metcalf), una enfermera que trabaja incansablemente para mantener a flote a la familia después de que el padre (Tracy Letts) se quedase sin empleo

Una historia ambientada en el año 2002 en Sacramento, California, en mitad de un panorama económico marcado por cambios vertiginosos y que explora tanto los aspectos cómicos como los patológicos del turbulento vínculo entre una madre y su hija adolescente y los que se establecen con ese lugar llamado hogar.