Inicio Intelectualidad Ida Vitale defiende en la entrega del Premio Cervantes que «la locura»...

Ida Vitale defiende en la entrega del Premio Cervantes que «la locura» del Quijote es «frenesí poético»

Actualizado 23/04/2019 13:27:50 CET

ALCALÁ DE HENARES, 23 Abr. (EUROPA PRESS) –

La poeta uruguaya Ida Vitale ha defendido este martes 23 de abril durante el acto de entrega del Premio Cervantes que lo que «muchas veces se llama locura» del Quijote «podría ser visto como irrupción de un frenesí poético», en un discurso en el que la poesía del autor cervantino ha estado presente en la mayor parte de la intervención.

Pese a que el propio Cervantes «no subrayó este frenesí poético» en el personaje de su novela, Vitale ha defendido que se trataba de «un novelista que tuvo a la poesía por su principal respeto», si bien «disculpa» una de sus afirmaciones respecto a la personalidad de los poetas.

«Su afirmación de que ‘no hay poeta que no sea arrogante y piense de sí que es el mayor poeta del mundo‘ podría ser tomada sin más, pero no es mi caso, puedo asegurarlo. Sin duda, don Quijote no imaginó jamás que ese género femenino al que se consideraba por oficio llamado a honrar y defender, pudiera caer en tan osada pretensión. Y en eso, estoy segura que acertó», ha cuestionado.

Vitale ha subido a un atril todavía emocionada, justo tras haber recogido la medalla y la escultura del galardón de manos del Rey, y ha improvisado unas palabras. «Ahora no me saldría leer el discurso, sino abrazar y decir cosas absurdas, pero que me saldrían del alma», ha señalado. Posteriormente, ha iniciado su intervención «agradeciendo en español».

«Esto es un valor añadido a la felicidad de este instante», ha comentado con humor, para luego explicar que «aunque suena un poco raro (esto de agradecer en español)», obedece a «una guiñada a un famoso escritor chileno que se quejó de tener que agradecer en alemán» al recoger un premio.

La autora uruguaya ha detallado algunos de los logros de la novela de Cervantes, destacando que su «devoción» por este autor «carece de misterio». «Mis lecturas del Quijote, con excepción de la determinada por los programas del liceo, fueron libres y tardías. Ya adolescente, me regalarían el volumen ilustrado y muy cuidado, que todavía prefiero a la menos infantil edición de Clásicos Castellanos, cuyos ocho volúmenes son menos traslaticios», ha explicado.

De hecho, considera una «virtud» del autor de ‘Persiles y Segismunda’ «no echar mano de milagros de los usuales en las novelas que no se privaban de gigantes y monstruos, cuando un argumento descontrolado las requería». Así, defiende que «toda la gracia» proviene de que el Quijote «haga de las suyas cuando ya no se usan los caballeros andantes».

También ha hablado de los posibles orígenes de la novela de Cervantes. «Se suele aceptar como buena la motivación dada por Cervantes para su Quijote de desprestigiar las novelas de caballerías. Pero no hay que olvidar la cuna desdichada que su obra tuvo», ha señalado, aludiendo tanto a las ciudades de Argel y Sevilla, donde el escritor vivió episodios turbulentos.

«Preso, pobre, enfermo, sin la protección que dedicatorias a altos señores podrían haberle guardado, singulariza el período de su escritura. La concepción de un personaje que va libre, por el mundo, fraguando su vivir, aunque de error en error debería ser un respiro, aunque al fin para él todo concluya en la verdad innegable: ‘Y al fin paráis en sombra, humo, sueño'», ha destacado.

NUEVAS LECTURAS, «MÁS DIFÍCILES»

En su discurso, que ha terminado de perfilar a lo largo del día anterior, ha añadido que luego de sus primeras lecturas del Quijote «las hubo reiteradas, más difíciles», con una elección de capítulos que «obedecían al azar o un vago recuerdo en busca de alguna iluminación».

«No sé por qué atribuí a ese libro la capacidad de precipitar hacia mí la buena voluntad del azar. Quizás simplemente buscaba una ocasión de dicha dispersiva, de claridad sin reserva, cuando el disfrute viene sin proponérselo a veces, acompañado de una sensación de penuria de gracias en la vida diaria y necesidad de gusto satisfecho», ha afirmado.

Vitale ha concluido, tras cerca de quince minutos de intervención, asegurando que el mundo cervantino es «maravilloso» y su autor «prudente y aún sabio», insistiendo en que «siempre» se sentirá «tan a gusto» cuando se «reintegre» a esas obras de Cervantes.