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La alta autoestima pone límites a la empatía

En un estudio llevado a cabo en la primavera de 2020 se comprobó que a las personas de clase social alta les resulta más difícil leer las emociones de alguien en sus ojos que a las de la clase baja. Por otro lado, se sabe que las personas con poder empatizan peor con los congéneres que se encuentran por debajo en la jerarquía, mientras que estos últimos son capaces de empatizar con los poderosos. Un equipo de la Universidad de Texas ha demostrado, a través de diversos experimientos, un fenómeno similar en relación con otra característica: la autoestima. Según han constatado, cuanto más alta es la autoestima, menos se empatiza con quienes tienen una peor consideración de sí mismos. Y a la inversa, cuando la autoestima es negativa no resulta difícil adoptar la perspectiva de alguien que se valora positivamente. La revista Perspectives and Psychological Science publica los resultados del estudio.

En uno de los experimentos, los científicos solicitaron a unos estudiantes que juzgaran cuán plausible creían que era una historia. Se trataba de una persona con alta o baja autoestima que podía elegir un jefe o bien un compañero de piso. ¿Preferiría a alguien que le juzgara positiva o negativamente? Los participantes consideraron menos probable la segunda opción cuanto más fuerte era su propia autoestima; en cambio, los que tenían una autoestima baja tendían a elegirla.

En busca de la autoafirmación

En ciertas circunstancias, las personas prefieren escuchar algo negativo sobre sí mismas, siempre que ello confirme una parte central de la imagen negativa que tienen de sí mismas. Al menos, eso afirma la «teoría de autoverificación», que hace casi cuarenta años propuso William Swann, psicólogo social y uno de los autores de la reciente investigación. Aunque a todas las personas les gustaría ver confirmada la propia imagen positiva, explica, en relación con la imagen negativa de uno mismo es más probable que busquen una retroalimentación negativa, ya que la autoafirmación hace que el mundo parezca más comprensible y predecible.

En otro experimento, Swann y su equipo presentaron a los participantes un artículo de Wikipedia sobre la teoría de la autoverificación. ¿Resultado? Cuanto mejor era la imagen que tenían de sí mismos, más inverosímil les parecía que alguien pudiera preferir un juicio negativo. Incluso entre los estudiantes de psicoterapia, la propia autoestima obstaculizaba tal percepción. Tampoco ayudó familiarizar previamente a los sujetos con dicha teoría a partir de un caso.

Muchos científicos también ponen en duda la teoría de la autoverificación, informan los autores. Cuando en 1984 Swann describió su investigación durante una conferencia, el conocido psicólogo de las emociones Stanley Schachter lo contradijo: «¡Todo el mundo sabe que las personas quieren ser amadas y apreciadas!» Esto es fundamentalmente correcto, admiten Swann y los coautores, pero las personas no solo quieren que se las juzgue  positivamente, sino que desean que se las perciba y comprenda tal como se ven a sí mismas, incluso si se trata de sus facetas negativas.

Christiane Gelitz

Referencia: «Social class predicts emotion perception and perspective-taking performance in adults». S. Talaifar et al., publicado en línea en Perspectives and Psychological Science, octubre de 2020.