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Las emisiones de carbono alcanzarán un nuevo récord en 2018

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  • 10/12/2018

CLIMA

Tras unos años sin aumentos reseñables, un nuevo análisis echa por tierra la esperanza de que el pico en las emisiones globales de CO2 haya quedado atrás.

Earth System Science Data, Environmental Research Letters, Nature

Planta térmica de Bełchatów, en Polonia, una de las mayores centrales de carbón del mundo. [JanMiko/iStock]

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Según las estimaciones de un consorcio internacional de científicos, es probable que las emisiones industriales de dióxido de carbono hayan aumentado un 2,7 por ciento durante 2018. La subida, que implica un nuevo máximo histórico, representa el segundo año de incremento considerable en las emisiones globales de CO2, después de tres años en los que estas se habían mantenido relativamente estables.

Los hallazgos han sido difundidos en tres artículos publicados el 5 de diciembre por miembros del Proyecto Global del Carbono, un grupo encargado de efectuar un seguimiento de las emisiones mundiales y de los cambios en el ciclo del carbono terrestre. Los resultados se han dado a conocer durante la 24.a cumbre del clima (COP24), celebrada estos días en la ciudad polaca de Katowice, y subrayan el desafío que supone frenar el consumo de combustibles fósiles.

Los expertos también señalan que la expansión de energías renovables, como la solar y la eólica, está aumentando con rapidez en todo el mundo. Sin embargo, ese crecimiento no se está produciendo a la velocidad suficiente para desplazar al carbón en países como la India o China ni para contrarrestar la creciente demanda mundial de petróleo y gas natural.

Las proyecciones indican que las emisiones industriales de CO2 alcanzarán este año un máximo histórico de 37.1 gigatoneladas. Si a ello se suman las emisiones derivadas de la deforestación y de otras actividades en tierra, el total ascendería a 41.5 gigatoneladas, también el más elevado desde que existen registros.

Las emisiones ya habían crecido un 1,6 por ciento en 2017. Estos aumentos se producen después de tres años en los que el incremento se había desacelerado: «Teníamos la esperanza que las emisiones hubieran alcanzado su máximo en 2014. Pero, tras estas fuertes subidas durante dos años seguidos, eso es algo claramente incorrecto», indica Rob Jackson, experto en ciencias de la Tierra de la Universidad Stanford y presidente del Proyecto Global del Carbono.

Progresos insuficientes

La economía global es cada vez más eficiente en lo que respecta a las emisiones de carbono, ya que la primera crece a mayor velocidad que las segundas. En particular, los investigadores señalan que, durante la última década, 19 países han experimentado crecimiento económico al tiempo que reducían sus emisiones de CO2.

Sin embargo, no basta con que los Gobiernos promuevan el uso de energías renovables, asegura Glen Peters, experto del Centro para la Investigación del Clima Internacional, en Oslo, y uno de los autores del reciente análisis. «Necesitamos más medidas centradas en desplazar a los combustibles fósiles», añade, «aunque políticamente es mucho más difícil penalizar a industrias ya establecidas».

El factor principal que explica este incremento de las emisiones ha sido el aumento del consumo del carbón en China, país que da cuenta de más del 46 por ciento del aumento previsto de las emisiones industriales para 2018. Las de la India crecieron un 6,3 por ciento, algo que obedece a un fuerte crecimiento económico y a un incremento en el uso de carbón. Y en Estados Unidos, donde habían disminuido durante la última década, está previsto que este año aumenten un 2,5 por ciento, debido en parte al mayor consumo de energía durante un invierno frío y un verano caluroso.

Los científicos señalan que la infraestructura de combustibles fósiles se está expandiendo, sobre todo en los países en vías de desarrollo. Jackson observa que, en líneas generales, la producción energética de la humanidad sigue siendo tan intensiva en carbono como lo era hace tres décadas.

Peters añade que la tendencia a largo plazo es difícil de aventurar, ya que las emisiones siguen subiendo y bajando en función de la actividad económica y de las tendencias climáticas. Desde 2010 hasta ahora han estado aumentando a un ritmo promedio de un 1 por ciento anual, mientras que en la década de 2000-2010 lo hicieron a una tasa del 3 por ciento al año. Eso constituye un avance, reconoce el experto, «pero todavía no es lo suficientemente bueno».

Jeff Tollefson

Artículo traducido y adaptado por Investigación y Ciencia con el permiso de Nature Research Group.

Referencias: «Global carbon budget 2018», Corinne Le Quéré et al. en Earth System Science Data, vol. 10, págs. 2141-2194, 5 de diciembre de 2018; «Emissions are still rising: ramp up the cuts», Christiana Figueres et al. en Nature, vol. 564, págs. 27-30, 5 de diciembre de 2018; «Global energy growth is outpacing decarbonization», Rob B. Jackson et al. en Environmental Research Letters, vol. 13, art. 120401, 5 de diciembre de 2018.