Inicio Intelectualidad Las ‘lolitas’ de Balthus llegan al Thyssen: «No se puede juzgar al...

Las ‘lolitas’ de Balthus llegan al Thyssen: «No se puede juzgar al artista por debates contemporáneos como el #MeToo»

Publicado 18/02/2019 15:44:46CET

   MADRID, 18 Feb. (EUROPA PRESS) –

   El Museo Thyssen-Bornemisza ha presentado este lunes 18 de febrero una exposición «retrospectiva» sobre el artistas francés Balthus, del 19 de febrero al 26 de mayo, en la que están representadas sus famosas ‘lolitas’.

   «Hemos intentado contextualizar la obra de Balthus, que la gente no le juzgue según los parámetros contemporáneos y el debate del #MeToo, sino que se vea al artista según los afanes de su época: el descrédito del mundo moderno», ha explicado el comisario de la exposición en rueda de prensa, Juan Ángel López.

   En este sentido, la mujer del artista, Setsuko Klossowka de Roda, ha indicado que el debate en torno a si las obras de su marido deben estar en los museos o no, como ocurrió con el cuadro ‘Thérèse Dreaming’ (1938, del que 9.000 firmas reclamaron su retirada del MET en 2017 por considerarlo «sexualmente sugerente», no es hablar de arte sino de «otra cosa».

   «Si hablamos de otra cosa, cualquiera tiene derecho a expresar su opinión, pero si hablamos de arte es otro tema. Hay personas que tienen valores espirituales distintos, pues bien. Pero a mi personalmente me da igual. Si hay personas que no quieren ver el arte pues bien. Lo que siento de verdad es que se esté creando un problema a raíz de este tipo de observaciones«, ha dicho De Roda.

   La exposición, primera monográfica que se presenta en España en más de 20 años, reúne 47 obras, en su mayoría pinturas de gran formato, que cubren todas las etapas de su carrera desde la década de 1920.

   La selección incluye algunas de sus obras más importantes como ‘La calle’ (1933), que se verá en España por primera vez, ‘La toilette de Cathy’ (1933), ‘Los hermanos Blanchard’ (1937), Los buenos tiempos’ (1944-1946) ‘Thérèse’ y Thérèse soñando’, ambas de 1938, ejemplos de sus «polémicos» retratos de jóvenes adolescentes.

   «Balthus ocasiona que cambie el relato de la historia del arte. Olvidado, incomprendido, y solitario, fue desconoccido para muchos pero ilustre para otros», ha indicado el director de arte del Thyssen, Guillermo Solana.

   Además, ha recordado que el artista, cuando aún no era valorado en Europa, ya expuso en el MOMA de Nueva York en diciembre de 1956, junto a Jackson Pollock.

   «Balthus le sirvió a la postmodernidad para crear una nueva imagen en la historia del arte. Además, ha conservado su vigencia. El sentido del tiempo se manifiesta en la relación que tiene el artista con el pasado en un ejercicio de autocrítica. Se pone delante de la esfinge de la historia del arte y la actualiza para nosotros», añade.

   La exposición también incluye ‘La partida de naipes’ (19481950), del propio Museo Thyssen y la única «obra maestra» de Balthus en España; recientemente restaurada. la última sala del recorrido se dedica a presentar el resultado de su estudio técnico y del trabajo realizado por el equipo de restauración del museo en un vídeo.

   Por la importancia y por el número de sus préstamos cabe destacar los del MoMA y al Metropolitan Museum de Nueva York, el Centre Pompidou de París, y el Hirshhorn Museum and Sculpture Garden de Washington, entre otras instituciones y colecciones privadas.

UN ARTISTA QUE BUSCA LA «PROVOCACIÓN»

   Balthus (París, 1908 – Rossinière, 2001), hijo del historiador del arte y pintor Erich Klossowski y de la también artista Elisabeth Dorothea Spiro, nació en París en 1908 y creció en el ambiente intelectual y artístico de la ciudad, donde se habían instalado sus padres unos años antes.

   La primera exposición individual de Balthus, en 1934, constaba solo de siete lienzos, pero fueron suficientes para convertirse en toda una revelación. Sus imágenes pintadas a la manera tradicional, pero alejadas de las corrientes figurativas de la época, estaban cargadas de implicaciones psicológicas y de misterio.

   «No tengo ningunas ganas de figurar entre los representantes de las últimas novedades. Simplemente quiero cumplir mi destino como pintor«, decía el artista.

   Balthus buscaba provocar. Sus cuadros narrativos son auténticos dramas psicológicos teatralizados, escenas íntimas o tragedias domésticas que se representan una y otra vez ante la mirada del espectador. La escasa profundidad del espacio pictórico, la paleta restringida y dramática, el exagerado sentimiento de lo clásico, sus figuras sugerentes, llamativas, el erotismo velado o latente o la violencia implícita, según recuerda el museo.

Balthus era conocido por trabajar despacio y durante mucho tiempo en cada una de sus pinturas, y tenía empezadas varias al mismo tiempo. En 1936 expone por primera vez en Londres y en 1938 en los Estados Unidos. Cuando estalla la guerra es llamado a filas, pero un año después fue excluido del ejército por motivos de salud. Al final de la década de 1940 su prestigio artístico estaba plenamente consolidado.