Inicio Intelectualidad Los polinizadores transportan cientos de virus de una planta a otra

Los polinizadores transportan cientos de virus de una planta a otra

La brisa primaveral arrastra mucho más que polen. A semejanza de algunos virus humanos que se sirven de la reproducción humana para propagarse, los virus vegetales aprovechan el polen para viajar de una flor a otra. Un estudio publicado en Nature Communications revela que multitud de ellos viaja en el polen y advierte de que la actividad humana estaría facilitando su diseminación.

La ecóloga evolutiva de la Universidad de Pittsburgh Tia-Lynn Ashman y sus colaboradores recurrieron a la secuenciación genética para clasificar los virus presentes en el polen de flores silvestres de cuatro ambientes: praderas de California, la costa californiana, una zona agrícola de Pensilvania y la cordillera de los Apalaches. El equipo halló 22 virus, algunos causantes de graves daños en los cultivos. También descubrieron indicios de cientos de virus desconocidos. Los hallazgos coinciden con los resultados microbiológicos, asegura la viróloga vegetal de la Universidad de Florida Amit Levy, que no ha participado en el estudio: «Hemos encontrado más virus de los esperados en todos lados.»

El equipo también descubrió una correlación interesante: el polen de las flores de la zona agrícola contenía pedacitos de genoma pertenecientes a más de 100 virus, en tanto que el de las flores de las praderas californianas (donde la actividad humana es la más reducida de todas las zonas estudiadas) solo albergaba una docena. La diversidad de virus en los demás lugares era intermedia. Los autores plantean la hipótesis de que la homogeneidad vegetal que caracteriza los campos de cultivo fomentaría la multiplicación de los virus, pues una vez que uno de ellos se adapta e infecta un cultivo, encuentra muchos otros hospedadores compatibles.

Si bien este nexo es preliminar, Levy considera lógico que la agricultura industrial pueda estar reproduciendo los patógenos vegetales. «El denso crecimiento de las plantas elimina la distancia entre los cultivos.»

Ashman se pregunta si las abejas melíferas, que los agricultores crían con frecuencia, podrían estar acelerando la propagación de los virus vegetales en las regiones agrícolas. La especie es menos selectiva a la hora de escoger las plantas que la mayoría de las abejas autóctonas, por lo que podría estar acarreando virus de las flores silvestres a los cultivos y viceversa.

Hernán García-Ruiz, virólogo en la Universidad de Nebraska en Lincoln que no ha participado en el estudio, confiesa que le ha llamado la atención la cantidad de virus que ha sido descubierta incluso en plantas aparentemente sanas; tales microbios podrían no ser tan benignos si se transmitiesen de la flora silvestre a los cultivos. Cita como ejemplo el virus del mosaico de la caña azucarera, un patógeno importante de la caña y del maíz que se oculta en las hierbas silvestres entre las temporadas de cultivo: «En cuanto el maíz crece en el campo, los insectos lo infectan con el virus», explica.

Ashman coincide en la importancia de conocer los efectos que los virus tienen sobre diversas plantas, sobre todo si se confirma que el ser humano está fomentando su propagación desde los hábitats naturales a los agrícolas y viceversa. Como hipótesis científica, encuentra esta posibilidad «tan interesante como inquietante».

Saima May Sidik

Referencia: «The pollen virome of wild plants and its association with variation in floral traits and land use»; Andrea M. Fetters et al. en Nature Communications, vol. 13, artículo n.º 523, enero de 2022.