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Manuel Carrasco: «Las canciones curan»

Actualizado 03/12/2018 14:07:48 CET

MADRID, 3 Dic. (EUROPA PRESS – David Gallardo) –

Manuel Carrasco (Isla Cristina, 1981) publica este viernes La cruz del mapa (Universal Music), un nuevo «disco muy elaborado, trabajado, sentido, disfrutado y sufrido también», según recalca a Europa Press, añadiendo después: «Hemos ido a más en las canciones y el sonido. Estoy muy contento porque tiene una fuerza emocional importante que puede llegar a la gente».

Grabado en el mítico estudio de Abbey Road, en La cruz del mapa participa también la Orquesta Sinfónica de Londres. Además, el onubense se vuelve a unir a Pablo Cebrián como productor, con quien ya trabajó en su anterior entrega, Bailar el Viento (2015), un disco que después de 150 semanas se mantiene en las listas ventas de álbumes y suma más de 10 millones de streams.

«La cuerda es muy importante», subraya Carrasco, al tiempo que defiende que han hecho un disco «a la antigua usanza, como casi no se hacen ya los discos, con mimo y cuidado». «He estado un año detrás de este disco, maquetándolo y grabándolo de una manera muy artesanal. Estuvimos tres días grabando pianos y teclados en la sala 2 de Abbey Road, donde tanto grabaron los Beatles», señala.

Y aún añade: «Hoy en día se hace la música en ordenador en un ‘pis pas’ y yo soy un poco contrario a eso, siempre con mi pulso y mi manera de hacer. Mimando a la música. Y eso a la larga la gente lo va a valorar. Este no es un disco que caduque rápido, sino que necesita varias escuchas. Suena gordo porque está hecho a conciencia desde el primer minuto para que sea así, para que suene de verdad. Esa sala 2 de Abbey Road es mágica. Allí grabaron los Beatles el 95 por ciento de su discografía. Y Pink Floyd y Elton John… ¡Y Manuel Carrasco también! Es una pasada».

En esta línea, insiste el músico en que este «disco tiene mucho a descubrir, mucho mensaje, cada canción cuenta una cosa diferente». Agrega, asimismo, que «musicalmente es muy variado, no es nada monótono ni lineal». «Es mi apuesta porque es donde más cómodo me siento y le doy rienda suelta a las cosas que digo. Va con mi persona porque al final uno tiene que mostrar la verdad que tiene», afirma.

ME DIJERON DE PEQUEÑO

La cruz del mapa se abre con toda una declaración de intenciones titulada Me dijeron de pequeño, en la que se mezclan los recuerdos de la infancia con la autoafirmación en frases como ‘me dijeron de pequeño dónde vas que tú no puedes’. «Es una canción a afirmación con lo que uno es, con lo que quiere conseguir», admite Manuel.

«Es una canción con una fuerza que viene desde el pasado, desde esa infancia y esa juventud donde uno empieza a descubrir la vida y a ver donde quiere ir. Con todos los miedos, las dudas y las vivencias. Era importante que abriera el disco porque es una declaración de intenciones. Todos hemos sido pequeños y sabemos de lo que habla, y a la vez tiene mucho contenido. Tiene mucha verdad», reflexiona.

Profundiza aún más en la idea de la canción resaltando que «de los momentos duros es de donde la gente saca más fuerza y coraje», y apostilla: «A todos nos ha pasado en algún momento eso. Me he agarrado a eso para crecer. Cuando hay algo que te impide crecer o hacer lo que quieres es cuando más hay que lucharlo. Soy un buen ejemplo, por las cosas que he conseguido, de esa lucha incansable por conseguir lo que quieres».

‘Déjame ser canción’ es otro de esos versos lanzados al viento por Manuel Carrasco en su nuevo álbum en primerísima persona. «Ante todo soy canción», remarca, para luego confesar que parte de sus «sentimientos más profundos» los dice en las canciones porque hablando la «cuesta mucho más».

«Las canciones son un vehículo muy directo y muy emocional, donde te puedes desahogar de una manera muy real», prosigue, y luego remata: «Las canciones pueden ser un refugio. Las canciones son buenas acompañantes para todo en la vida. Las canciones siempre digo que curan. Las canciones curan. Aunque sea un sentimiento triste, te cura el desahogo también. En cada canción siempre hay algo detrás que te puede tocar el corazón y eso es bueno, liberar sentimiento», explica.

WANDA METROPOLITANO

Con el disco ya en la calle, 2019 estará repleto de conciertos en la agenda del onubense. El primero anunciado por ahora, el 29 de junio en el estadio Wanda Metropolitano de Madrid, con capacidad para 55.000 personas. «Es un sueño a cumplir, desde que lo anunciamos en mi mente he hecho más de cincuenta conciertos ya», bromea Manuel, siempre risueño.

Y todavía añade a este respecto en particular: «Va a ser una fiesta especial. Este crecimiento de comunión que he tenido con el público se va a reafirmar en Madrid de una manera muy loca, porque tocar en un estadio siempre es una energía especial. Del resto de la gira empezaremos a decir fechas para enero».

Carrasco se muestra ansioso por que el público pueda ya escuchar sus nuevas canciones, que resume así: «No me gusta etiquetar pero el disco es pop. Aunque tiene una parte de cantautor porque tiene unas letras muy elaboradas con diferentes mensajes. Reúne un poco todo lo que siempre me ha gustado, la variedad a nivel letrístico y musical. Está el flamenco, mi acento y mi manera de hacer. Y una manera muy personal de contar las cosas que he ido depurando con el tiempo».

Para terminar, asegura que lo que no le deja dormir ahora es «la emoción» de saber que ha hecho algo que le gusta. «Y eso es difícil, han pasado años para que esto se acabe concretando de verdad. No le puedo pedir más a la vida. Tengo una familia bonita, tengo una hija maravillosa, tengo gente que me quiere, la gente en general me trata bien y me mira bonito por la calle. Me siento muy agradecido. Y tenemos canciones que nos hacen más llevadera la parte más complicada de la vida», concluye.