Actriz consagrada, feminista activa, amante de las hortensias y ¡lectora empedernida!. Maribel Verdú, de 47 años devora páginas con fruición. Y aunque es faceta suya no es tan conocida, es algo que no pasan por alto su seguidores en Instagram. «No tengo hijos, no cocino y no tengo tele. Me quedan los libros», ha explicado en alguna entrevista esta mujer que se confiesa «espontánea, auténtica, disgrutona y cero engreída».
Verdú, que este verano ha estado rodando en Bilbao la película ‘El doble más 15’, el tercer largometraje del realizador vasco Mikel Rueda, pertenece a todavía a esa generación que se resiste a dejar pasar las páginas de un buen libro. «Mis padres me han inculcado la afición por la literatura. Leo en todas partes: en las pausas de rodaje, en el autobús, en las esperas médicas…», explica alguien con más de 70 películas a sus espaldas y un par de Goyas.
Para encontrar la primera obra que compartió la madrileña en su perfil de instagram (@maribelverdu) hay que remontarse a principios del 2014. Fue ‘La leyenda de la isla sin voz’, de la escritora Vanessa Montfort. La novela histórica, que narra las aventuras de un jovencísimo Charles Dicken en la isla neoyorkina de Blackwell, le sirvió a Verdú para abrir la veda y empezar a recomendar las lecturas que más le han robado el corazón los últimos años. Y que abarcan desde novela policiaca a las hisotias con contenido autobiográfico.
De Boris Izaguirre a Joël Dicker
A este último género pertenece ‘Tiempo de tomentas’, –»es valiente, honesta, arriegada, emotiva». Se trata de la última novela de Boris Izaguirre, que le lanzaba un guiño en las redes: «Solo para que la leyeras tú, Maribel, valió la pena escribirlo».
En esa novela, dedicada a su madre, Boris cuenta su infancia en Caracas marcada por la lucha contra la homofobia hasta su llegada a España y el salto a la fama que le propició ‘Crónicas marcianas’.
Otra de las sugerencias de Maribel Verdú es el segundo ‘thriller’ de la periodista Carme Chaparro, ‘La química del odio’. «Maribel es amiga y leyó mi primera novela antes incluso de que se publicara. Siempre me dice que si se hace la película de ‘No soy un monsturo’ ella quiere ser la protagonista», recuerda la presentadora. Este segundo título pone al lector en la piel de una inspectora de policía obcecada con la investigación de un asesinato aparentemente irresoluble. «Te lleva al límite y no lo puedes soltar. Enhorabuena cariño», escribe Verdú.
De lectura imprescindible califica Verdú el libro de su colega Leticia Dolera ‘Morder la manzana’. «Pero qué necesario es para todo el mundo». Se refiere a las reflexiones de la actriz y directora catalana sobre la revolución feminista. Y dos títulos más: ‘Media vida’ de Care Santos y ‘Algunas razones’ una recopilación de los artículos periodísticos de Paco Tomás.
Este verano, y aprovechando los días tranquilos en su casita en la costa malagueña junto a su marido Pedro Larrañaga, también ha tenido tiempo para ‘Hombres’, de la escritora alemana Angelika Schrobsdorff. Esta obra rompe con el clásico patrón literario masculino y explica las relaciones amorosas de una mujer que se entrega completamente al placer y a la furia de vivir sin preocupaciones morales.
«Qué joya. Qué historia. Qué personaje el de Evelyn. Qué aprendizaje…», señala Verdú. Otra de sus lecturas estivales es ‘Yo sé por qué canta el pájaro enjaulado’, de Maya Angelou, un relato autobiográfico que ahonda en los trances superados por la autora durante su vida.
‘La desaparición de Stephanie Mailler’, la nueva novela del suizo Joël Dicker, a quien muchos críticos especializados señalan como «el niño prodigio del suspense», es lo último que ha caido en manos de Verdú. Por el momento.
