Inicio Intelectualidad ¿Puede el ántrax ayudar en el tratamiento contra el cáncer de vejiga?

¿Puede el ántrax ayudar en el tratamiento contra el cáncer de vejiga?

Tratar el cáncer de vejiga no siempre resulta una empresa fácil, pues tras la cirugía, el tumor reaparece en el 70 por ciento de los pacientes. Ahora, a fin de resolver este problema de salud, Rubén C. Aguilar y su equipo, de la Universidad de Purdue en Indiana, junto con otros científicos estadounidenses, proponen una estrategia terapéutica que combina el uso de la toxina bacteriana ántrax y la proteína factor de crecimiento epidérmico (EGF, por sus siglas en inglés).

En su trabajo, publicado por la revista International Journal of Cancer, los investigadores aprovecharon ciertas características de las células cancerosas. A diferencia de las células normales que forman el tejido epitelial de la vejiga urinaria, las tumorales carecen de la protección de las células paraguas, secretoras de moléculas que impiden el paso de toxinas al torrente sanguíneo. Es decir, permanecen en contacto directo con la orina. Asimismo, este tipo de cáncer expresa en su superficie receptores que permiten la entrada de EGF al interior celular.

Por consiguiente, los autores unieron EGF a la toxina ántrax. En cultivo, el sistema indujo el proceso de muerte celular programada, o apoptosis, en células tumorales humanas, caninas y de ratón en menos de tres minutos.

De forma interesante, la administración del tratamiento a 6 perros con cáncer de vejiga terminal y resistente a la medicación convencional redujo en un 30 por ciento el tamaño del tumor. Para los autores, este efecto resulta alentador, ya que el carcinoma urotelial invasivo canino se asemeja al humano, en cuanto a agresividad y respuesta las distintas terapias.

Aguilar y sus colaboradores también destacan la seguridad del método, pues, tras la inyección de la toxina modificada en ratones y canes sanos, no observaron la aparición de efectos secundarios. Además, aunque el diseño del sistema contempla que la administración se realice de forma directa en la vejiga, los autores señalan que a consecuencia de la baja concentración necesaria para su efectividad, en caso de filtrarse al sistema circulatorio la toxicidad del ántrax resultaría mínima.

Aunque prudentes, los autores se muestran esperanzados con su hallazgo, e incluso especulan con la posibilidad de que su aplicación en estadios tempranos pudiera evitar el uso de la cirugía.

Marta Pulido Salgado

Referencia: «A novel, safe, fast and efficient treatment for Her2‐positive and negative bladder cancer utilizing an EGF‐anthrax toxin chimera», de S. Jack et al., en International Journal of Cancer, publicado el 4 de octubre de 2019.