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Se descubre una nueve especie humana en una cueva filipina

Excavación arqueológica de la cueva del Callao, en Filifinas, donde se han descubierto los fósiles de la nueva especie, Homo luzensis. [Museo Nacional de Historia Natural de Francia]

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Nuestra historia evolutiva Nuestra historia evolutiva Abr/Jun 2018 Nº 92

Los cambios biológicos que han moldeado la especie humanaLa historia evolutiva de la especie humana viene marcada por una serie de transformaciones anatómicas y biológicas esenciales. Algunas nos han sido reveladas al estudiar los restos fósiles de las especies que conforman nuestro linaje. Los hallazgos paleontológicos de los dos últimos decenios han trastocado las ideas que se tenían de nuestro pasado y han revelado que el árbol evolutivo humano es mucho más enrevesado de lo que se pensaba. Pero ¿qué fuerzas selectivas propiciaron el éxito de nuestra especie? ¿Qué adaptaciones biológicas experimentamos en el camino y cómo se reflejan estas en nuestro genoma? Descubre en las siguientes páginas algunos de los hallazgos recientes y que más han hecho cambiar las ideas sobre el relato de nuestro intrigante pasado.

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Al árbol genealógico humano le ha crecido una nueva rama, tras el descubrimiento de los fósiles de una especie desconocida de hominino en una cueva de Filipinas. La nueva especie, probablemente de baja estatura, ha recibido el nombre de Homo luzonensis.

El hallazgo, publicado ayer en Nature, sin duda reavivará el debate sobre el momento en que nuestros parientes primitivos salieron de África por primera vez. Y la antigüedad de los restos, de al menos unos 50.000 años, indica que en el sudeste asiático existieron varias especies humanas al mismo tiempo.

Los primeros restos de la nueva especie aparecieron hace más de una década, cuando se comunicó el descubrimiento de un hueso del pie de al menos 67.000 años de antigüedad en la cueva del Callao, en la isla de Luzón (Filipinas). Los investigadores no sabían con certeza a qué especie pertenecía el hueso, pero informaron de que se parecía al de un pequeño Homo sapiens.

En otras excavaciones de la Cueva del Callao se han desenterrado un fémur, siete dientes, dos huesos de los pies y dos de las manos, los cuales presentan unos rasgos que se hallan ausentes en otros parientes humanos, afirma el equipo, coliderado por Florent Détroit, paleoantropólogo del Museo Nacional de Historia Natural, enParís. Los restos proceden de al menos dos adultos y un niño.

«Todos los fósiles juntos ofrecen una prueba sólida de que nos hallamos ante algo nuevo», opina Matthew Tocheri, paleoantropólogo de la Universidad de Lakehead en Thunder Bay, Canadá.

Historias de homininos

H. luzonensis es la segunda nueva especie humana identificada en el sudeste asiático en los últimos años. En 2004, otro grupo anunció el descubrimiento de Homo floresiensis, en la isla indonesia de Flores. También conocida como «hobbit», la especie habría alcanzado poco más de un metro de altura,

Pero Détroit y sus colaboradores sostienen que los restos de la cueva del Callao son distintos de los de H. floresiensis y de otros homininos, incluida una especie llamada Homo erectus que se cree que fue el primer pariente humano que salió de África, hace unos dos millones de años.

Los molares recién descubiertos son extraordinariamente pequeños, comparados con los de otros parientes humanos antiguos. Las cúspides de los molares, igual que las de H. sapiens, no son tan pronunciadas como las de los primeros homininos. La forma del esmalte interno del molar es similar a la de los especímenes de H. sapiens y H. erectus hallados en Asia. Los premolares descubiertos en la Cueva del Callao son pequeños, aunque del mismo orden que los de H. sapiens y H. floresiensis. Sin embargo, los autores describen que el tamaño general de los dientes, así como la proporción entre el tamaño del molar y del premolar, difieren de los de otros miembros del género Homo.

La forma de los huesos del pie de H. luzonensis también es distinta. Se asemeja mucho a la de los Australopithecus, género de homininos primitivos al que pertenece la famosa Lucy, que se cree que nunca salieron de África. Los huesos curvados de los dedos de los pies y de un dedo de la mano de H. luzonensis hacen pensar que la especie habría sido una experta trepadora.

Los investigadores muestran cautela a la hora de indicar la estatura de H. luzonensis, porque los restos de los que disponen son escasos. Pero dado el pequeño tamaño de los dientes y del hueso del pie descritos en 2010, Détroit piensa que el tamaño corporal se asemejaría al de los H. sapiens de baja estatura, como los miembros de algunas etnias indígenas actuales que viven en Luzón y otras partes de Filipinas, con una estatura media de unos 151 centímetros en los hombres y 142 centímetros en las mujeres.

Árbol enmarañado

Los investigadores no consiguen encajar H. luzonensis en el árbol genealógico humano. Détroit defiende la idea de que descendería de un grupo de H. erectus cuyo cuerpo evolucionó gradualmente hacia una forma diferente a la de sus antepasados.

El paleontólogo Gerrit van den Bergh, de la Universidad de Wollongong, comenta: «En las islas se observan varias líneas evolutivas. Se podría pensar que H. erectus llegó a islas como Luzón o Flores y ya no necesitó ser un corredor de resistencia; en vez de ello, debió de adaptarse a pasar la noche en los árboles».

Pero, dadas las similitudes de la especie con Australopithecus, Tocheri se pregunta si los habitantes de la cueva del Callao descendieron de una línea que emigró de África antes que H. erectus.

El material genético de los restos podría ayudar a los científicos a conocer el parentesco de la especie con otros homininos, pero los esfuerzos para extraer ADN de H. luzonensis han fracasado hasta ahora. Sin embargo, los huesos y los dientes tienen una antigüedad de al menos 50.000 años. Esto sugiere que la especie podría haber estado vagando por el sudeste asiático al mismo tiempo que H. sapiens, H. floresiensis y un misterioso grupo conocido como los denisovanos, cuyo ADN se ha identificado en humanos contemporáneos del sudeste asiático.

«La isla del sudeste asiático parece estar llena de sorpresas paleontológicas que ponen en entredicho una visión simple de la evolución humana», dice William Jungers, paleoantropólogo de la Universidad Stony Brook, en Nueva York.

Nic Fleming/Nature News

Artículo traducido y adaptado por Investigación y Ciencia con permiso de Nature Research Group.

Referencia: «A new species of Homo from the Late Pleistocene of the Philippines».
Florent Détroit et al. en Nature, vol. 568, págs. 181-186, abril de 2019.