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Sophie Turner protagoniza Fénix Oscura, «la culminación de todas las películas de X-Men»

Actualizado 22/05/2019 19:39:59 CET

   MADRID, 22 May. (EUROPA PRESS) –

   El próximo 7 junio llega a los cines X-Men: Fénix Oscura, la nueva entrega de la franquicia. Un filme que supone un fin de ciclo para la saga mutante antes de que estos personajes del cómic sean reiniciados y pasen a formar parte del Universo Cinematográfico Marvel tras la absorción de Fox, propietaria de los derechos de la saga, por parte de Disney, matriz de Marvel Studios. «Es posiblemente la culminación de todas las películas de X-Men«, señala su protagonista Sophie Turner.

   Una película con evidente sabor a despedida pero que, curiosamente, supone el debut de Simon Kinberg, productor y guionista de la saga durante la mayoría de sus entregas que ahora da el salto a la dirección para contar una historia para la que lleva preparándose «desde que era un niño».

   «Yo me crié leyendo los cómics de X-Men y Fénix Oscura siempre fue, de todas sus historias, mi favorita. Creo que es la más emblemática y muchos seguidores de la saga opinan lo mismo», dice el cineasta en una videoconferencia desde Londres en la que aparece en pantalla flanqueado por sus cuatro protagonistas: Sophie Turner, Michael Fassbender, James Mcavoy y Jessica Chastain. «la de X-Men es una gran familia delante y detrás de las cámaras», dice entre risas.

   Esta nueva entrega, ubicada en los años ochenta, arranca durante una misión de rescate de los X-Men en el espacio. En su intento para salvar a los tripulantes de un transbordador de la NASA, Jean es alcanzada por una fuerza cósmica que la transforma en un ser tremendamente poderoso, casi incontrolable. Será entonces cuando, acosada por este nuevo poder y por sus demonios interiores, se convertirá en una amenaza, no solo para los propios X-Men, sino también para la supervivencia del planeta.

   «Esta es una historia que perdura a través del tiempo porque es de los pocos cómics en los que la heroína también es la villana. Su moralidad es algo gris, no hay blanco y negro. Son personajes imperfectos como los somos todos y por eso es una historia con la que la gente se puede sentir identificada», insiste el director, guionista y productor.

UNA CUENTA PENDIENTE

   Tan estimada es la trama de Fénix Oscura dentro del Universo X-Men, que este filme es ya la segunda ocasión en la que se lleva a la gran pantalla. La primera fue en 2006, en X-Men: La decisión final, filme dirigido por Brett Ratner del que el propio Kinberg fue guionista y que cerró la primera trilogía de los personajes sin cosechar la gran acogida entre los amantes de las grapas que tuvieron los dos filmes anteriores dirigidos por Bryan Singer.

   Un ‘pinchazo’ del que, reconoce Kinberg, sacó una valiosa lección que ha aplicado en este filme: «Lo que aprendí de ‘La decisión final’ es que esta historia de Dark Phoenix apenas cabe en una única película, y en aquella la historia de Jean Grey es un poco la trama secundaria. Nos centramos más en Magneto, en Xavier y en Lobezno».

   Ahora, más de una década después, salda una deuda pendiente con su historia de mutantes favorita. «Siempre quise contar Fénix Oscura de una forma más fiel a la esencia del cómic, haciendo que Jean Grey fuera el centro absoluto de la historia«, dice entusiasmado para acto seguido reconocer que «en aquellos tiempos» puede que a los estudios de Hollywood les diera «miedo» contar una historia tan compleja y que tuviera a un personaje femenino en el centro de una película a esa gran escala. «Puede que no se atrevieran en su momento, pero estamos en otros tiempos», apostilla.

«ESTE SERÍA EL FINAL PERFECTO»

   Ese centro lo ocupa el personaje de Sophie Turner, que tras el mediático final de Juego de Tronos, la serie que la lanzó a la fama, parece que cierra otra etapa con este filme que define como «La culminación de todas las películas de X-Men».

   «Si esta fuera la última sería el final perfecto. Así que no voy a revelar cuál es el desenlace perfecto… habrá que ir al cine a verla«, señala la actriz que echando la vista atrás recuerda que lo que la animó a sumarse a la franquicia fue que se trata de una saga que aborda temas como «la integración, la familia, sus problemas o las enfermedades mentales».

   Frente a ella está otra mujer, Jessica Chastain, el gran fichaje de esta nueva entrega. La dos veces nominada al Oscar asegura, precisamente, que lo que más le gusta de su personaje, una misteriosa villana que intentará «manipular a Jean para su propio beneficio y el de su especie», es que «con sus acciones consigue empoderar de alguna forma a Jean Grey».

   «Le dice: ‘Es hora de que crezcas. Ya no eres una niña, eres una mujer y debes tomar el control. No sigas las reglas de los hombres, crea tus propias normas’«, destaca Chastain que subraya que, a pesar de que su personaje «hace cosas malvadas», sus argumentos se mueven en una «zona gris» muy interesante.

LOS HISTÓRICOS DE LA SAGA

   Junto a la protagonista y la villana, en Fénix Oscura el peso de la historia recae sobre los hombros de los dos personajes de X-Men, con permiso de Lobezno, más emblemáticos de la saga mutante: Xavier y Magneto, interpretados de nuevo por James McAvoy y Michael Fassbender, respectivamente.

   Tras cuatro películas dando vida al legendario mutante, Michael Fassbender desliza que ya tendría cubierta su cuota de cine de superhéroes por un tiempo aunque también admite que el personaje de Magneto le ha enseñado «a ser más tolerante» y a explorar «el comportamiento humano» para «comprender mejor por qué llegamos a hacer ciertas cosas«.

   «Me lo paso muy bien con la ciencia ficción, pero me gustaría hacer algo más normal, llevar ropa de calle, no tener que raparme el pelo al cero y tener superpoderes«, concluye McAvoy en referencia a dos de sus últimos trabajos, esta X-Men: Fénix Oscura y anteriormente Glass, el filme de superhéroes de M. Night Shyamalan.