Por naturaleza, los humanos somos criaturas sociales. Sin embargo, a medida que envejecemos, la dinámica personal y los estilos de vida cambian, lo que puede provocar soledad y aislamiento. Pero el sentimiento de estar solo es subjetivo y puede tener diferentes causas. También diversos remedios. Investigadores de la Facultad de Medicina de la Universidad de California en San Diego han indagado las características de las personas mayores que viven en residencias para la tercera edad y se sienten solos. En ese proceso también han descubierto las estrategias de algunos ancianos para combatir el vacio interior. El estudio se publica en Aging and Mental Health.
«La soledad impacta en el acortamiento de la longevidad tanto como el tabaquismo y la obesidad», señala Dilip V. Jeste, autor principal del estudio, en un comunicado de prensa. Y agrega: «Se trata de un problema de salud pública cada vez mayor, por lo que es importante que identifiquemos las causas subyacentes de la soledad desde las propias perspectivas de las personas mayores para que podamos ayudar a resolverlo y mejorar la salud general, el bienestar y la longevidad de la población que envejece».
Para su estudio, los investigadores encuestaron a 30 personas mayores, de entre 67 y 92 años, que vivían en una residencia para la tercera edad de los alrededores de San Diego. De ellas, 26 indicaron que se sentían solas o muy solas. El equipo ahondó en el porqué del predominio de ese sentimiento, teniendo en cuenta las actividades en grupo y la posibilidad de estar y conocer a otras personas que existen en los centros residenciales. «Algunos encuestados apuntaron como causa la pérdida de la pareja o de familiares y amigos. Las nuevas amistades en la vivienda comunitaria no podían sustituirlasۚ», describe Alejandra Morlett, psicóloga y otra autora del estudio.
La sensación de soledad era también más frecuente en las personas que sufrían problemas físicos propios de la edad, las que carecían de objetivos en su vida y las que presentaban dificultades para relacionarse con otros individuos. Al parecer, los afectados tienen la sensación de que han perdido el control de su vida y que ya no resultan útiles.
Sabiduría y compasión
Algunos participantes afirmaron, por el contrario, que al envejecer habían experimentado cambios positivos en ellos mismos: habían aprendido a aceptar las cosas tal como son y a no afligirse. Algunos actuaban de manera activa contra el sentimiento de soledad. «Cuando me siento sola, llevo a cabo alguna actividad con la que pueda ayudar a los demás», explicaba una de las encuestados. «Una participante habló de una técnica que había usado durante años. Consistía en decirse a sí misma: «Si te sientes sola, sal y haz algo por otra persona». Eso es proactividad», describe Jeste. Alguno de los probandos se mostraba incluso orgulloso de ver que podía estar solo consigo mismo.
Los autores concluyen que características como la sabiduría, la aceptación y la compasión ayudan a combatir el sentimiento de soledad. También se pueden practicar algunas cualidades, como es el control de los propios sentimientos. Los investigadores afirman, asimismo, que el asesoramiento psicosocial y el entrenamiento conductual resultan de gran ayuda para las personas mayores. En este contexto, tienen previsto investigar si el hecho de trabajar la estabilidad emocional y la empatía ayuda a reducir el sentimiento de soledad y aislamiento en los ancianos, vivan en su casa o en una residencia para la tercera edad.
Annika Röcker
Referencia: «Qualitative study of loneliness in a senior housing community: the importance of wisdom and other coping strategies». Alejandra Morlette Paredes et al. en Aging & Mental Health, publicado en línea el 10 de enero de 2020.
