Las personas con esquizofrenia suelen percibir su entorno de forma distorsionada. Una de las razones podría estribar en que su cerebro no repite la información nueva con tanta frecuencia como sucede en las personas sin dicho trastorno. El hallazgo se publica en Cell.
Un equipo dirigido por Matthew Nour, del Colegio Universitario de Londres, ha constatado en un experimento con 55 participantes, 28 de ellos con esquizofrenia, que estos últimos mostraban mayores dificultades para sacar conclusiones lógicas en una tarea en la que debían deducir el orden correcto de una serie de imágenes. A continuación, disponían de cinco minutos de descanso, durante los cuales se les exploró la actividad cerebral mediante magnetoencefalografía. Según observaron los autores, en esas pausas su cerebro presentaba menos repeticiones neuronales asociadas al aprendizaje que acababan de emprender.
Tanto los animales como los humanos crean «mapas del mundo» en su cerebro que les ayudan a comprender y clasificar de manera correcta lo que ocurre a su alrededor. Este modelo interno se consolida gracias a que el cerebro reproduce la nueva información una y otra vez en modo acelerado durante los períodos de descanso. Los neurocientíficos hablan de «repetición neuronal». Al parecer, este proceso se encuentra alterado en las personas con esquizofrenia.
Estos resultados arrojan luz sobre la forma en la que aparecen algunos de los síntomas típicos de la esquizofrenia, señala Nour. Una mejor comprensión de la enfermedad podría ayudar al desarrollo de tratamientos más efectivos.
Esther Megbel
Referencia: «Impaired neural replay of inferred relationships in schizophrenia». Matthew Nour et al., publicado en línea en Cell, 30 de junio de 2021.