25/05/2020
20:46
Internacional
Coronavirus
Agencias | Redacción
Hay 300 casos nuevos. 34 de los fallecimientos y casi la mitad de los contagios, 148, se han registrado en Lombardía, la región del país más golpeada por la pandemia.
92 personas han muerto este lunes en Italia por COVID-19, y se han registrado 300 nuevos contagios; la cifra de nuevos casos es la más baja desde los primeros días de la emergencia. 34 de los fallecimientos y casi la mitad de los contagios, 148, se han registrado en Lombardía, la región del país más golpeada por la pandemia.
El número de casos totales desde que se detectó el virus el 21 de febrero asciende ya a 230 158; 141 981 ciudadanos ya se han curado, y 32 877 han muerto.
Los fallecidos del último día son 92, casi el doble de los 50 reportados el domingo, si bien en esa jornada no se incluían datos de Lombardía, porque no se habían recibido.
Según Protección Civil, en la actualidad hay 8 185 pacientes hospitalizados, 428 menos que el domingo, mientras que los ingresados en la UCI siguen disminuyendo, hasta los 541, doce menos que el día anterior.
Por otra parte, 1 502 pacientes más han recibido el alta en las últimas 24 horas, lo que sitúa el total de curados en 141 981.
Polémica por los voluntarios
En el plano político, el plan del Gobierno italiano de reclutar a unos 60 000 voluntarios, que estarán desplegados en las calles de diferentes ciudades y localidades, para recordar la obligación de cumplir con la regla de distanciamiento físico para evitar nuevos contagios, ha generado polémica.
La iniciativa llega en un momento en el que está creciendo la preocupación, porque en lugares como las playas, los bares o las plazas las personas no siempre están cumpliendo con la separación requerida.
El Ejecutivo ha detallado que la convocatoria para reclutar a estos voluntarios estará abierta a todos los ciudadanos, pero dando prioridad a los desempleados y a los que reciben ayudas sociales.
Ante el aluvión de críticas y reacciones suscitadas, fuentes del Gobierno de Italia han aclarado a la cadena pública RAI que estos «asistentes cívicos» realizarán «16 horas a la semana» de voluntariado, que «cada uno puede regalar a su Ayuntamiento para ayudar a ancianos, llevar la compra y las medicinas, o ayudar a organizar el distanciamiento social».
No se trata, han recalcado las fuentes, «de ninguna vigilancia o de centinelas», puesto que «no podrán pedir documentos» sino limitarse a informar a los cuerpos y fuerzas de seguridad en caso de incumplimiento de las normas de distanciamiento y de reunión.
El anuncio ha generado malestar incluso dentro del propio Gobierno. Así, Interior ha hecho saber que la decisión se ha tomado «sin consulta previa» con este Ministerio, y ha dejado claro que, en cualquier caso, el despliegue no supondrá «obligaciones adicionales» para los miembros de las fuerzas de seguridad.