Inicio Internacional Alcalde de Santa Ana asume devolución de ¢15 millones transferidos a equipo...

Alcalde de Santa Ana asume devolución de ¢15 millones transferidos a equipo de fútbol

Los ¢15 millones que pasaron de forma irregular de las arcas de la Municipalidad de Santa Ana a un equipo de fútbol de la Liga de Ascenso para pagar las cargas sociales de los jugadores, ya regresaron al Estado.

La Contraloría General de la República confirmó, el viernes anterior, que Gerardo Oviedo, alcalde de Santa Ana, asumió el millonario pago pese a que la orden de devolver los recursos, dada en abril del presente año, estaba dirigida al jerarca municipal y a seis miembros del Comité Cantonal de Deportes.

¿Por qué tomó la decisión de reintegrar por completo el dinero y exonerar a los integrantes del Comité? ¿De dónde sacó los recursos económicos para hacerlo? La Nación envió esas preguntas al jerarca a través de su oficina de prensa, pero no hubo respuesta al cierre de esta información.

Por medio de un correo electrónico, Oviedo rechazó una entrevista y dijo que no hablaría de ese tema.

Además de la devolución del dinero, la Contraloría también ordenó suspender a Oviedo por un mes sin goce de salario, ese castigo aún está pendiente.

El alcalde de Santa Ana (derecha) viajó al mundial de Qatar 2022 con un grupo de dirigentes de la Liga de Ascenso. En la fotografía aparece junto a Manuel Solís Vargas, su chofer y presidente de la Asociación Municipal Santa Ana.

¿Qué pasó?

De acuerdo con la investigación de la División Jurídica de la Contraloría General de la República, entre 2018 y 2020, por orden del alcalde se trasladaron ¢15 millones a la Asociación Deportiva Municipal Santa Ana, una organización de carácter privado, presidida por Manuel Solís Vargas, funcionario de la Municipalidad de Santa Ana desde 2007 y chofer del alcalde.

La falta cometida por el político y las autoridades del Comité fue calificada por el órgano contralor como una infracción grave. Se hizo énfasis en que los responsables sabían que no se pueden asignar fondos públicos a asociaciones deportivas, sino que la colaboración se debe limitar a la donación de implementos deportivos, equipo y otros similares.

Un agravante que se comprobó fue que la Asociación Deportiva Municipal Santa Ana carece de una Declaratoria de Utilidad Pública, requisito fundamental para recibir ayudas.

“Resulta improcedente que los comités cantonales de deportes y recreación realicen transferencias de dinero a las asociaciones deportivas, por cuanto no existe ninguna normativa dentro del ordenamiento jurídico que así lo faculte”, indicó la Contraloría.

Viaje al Mundial

En enero anterior, el alcalde rechazó cualquier vínculo con la Asociación Municipal Santa Ana y niega haber recibido beneficios económicos o en especie de esa organización.

No obstante, los registros de la Dirección General de Migración y Extranjería demuestran que, el 20 de noviembre de 2022, salió del país junto a su chofer. Ambos regresaron el 3 de diciembre de ese mismo año. Al ser consultado sobre la razón del viaje respondió que fue para ver los juegos de la Selección Nacional de Fútbol en el Mundial Qatar 2022.

Oviedo Espinoza admitió que viajó a Qatar con el grupo de dirigentes de fútbol invitados por la Liga de Ascenso, pero aseguró que él pagó casi $8.000 por sus gastos y prometió entregar comprobantes bancarios.

Para tratar de demostrar su versión, remitió a este diario, vía mensajes de texto, tres fotografías de depósitos por $700, $1.900 y ¢3,2 millones a favor de la Liga de Ascenso, pero los comprobantes indican que el depositante fue Manuel Solís Vargas, de 53 años, chofer del alcalde y presidente del Municipal Santa Ana.

Sobre ese aspecto, Oviedo aseguró que el depositante fue su chofer porque él no podía ir al banco a realizar las gestiones y agregó que “casi no usa” las sucursales bancarias electrónicas. “Es la verdad, no tengo otra manera de demostrarlo, yo estoy siendo muy transparente”, enfatizó el político.

Los comprobantes bancarios demuestran que los depósitos fueron realizados en horario laboral, es decir, el alcalde le pidió a su subalterno hacerle favores personales mientras cumplía sus funciones remuneradas por el Ayuntamiento.

“Bueno, diay… Yo lo mandé, lo mandé a él a pagármelo, diay… ¿Qué puedo hacer? (…) Si eso es un error, entonces yo acepto que fue un error”, manifestó el alcalde sobre esa acción.