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Arabia Saudí avisa de que cualquier ataque lanzado desde Irán será considerado un «acto de guerra»

RIAD, 22 Sep. (Reuters/EP) –

El ministro de Exteriores de Arabia Saudí, Adel al Jubeir, ha advertido a Irán de que cualquier ataque lanzado desde su territorio contra el reino árabe será considerado un «acto de guerra», en el marco de la escalada de tensión en la región.

Al Jubeir se ha referido en una entrevista concedida el sábado por la noche a CNN a los recientes ataques contra instalaciones petroleras en Arabia Saudí, que han sido reivindicados por los rebeldes huthis, apoyados por Irán en la guerra civil de Yemen.

«Responsabilizamos a Irán porque estos misiles y ‘drones’ que fueron lanzados a Arabia Saudí fueron fabricados y entregados por Irán» a los huthis, ha explicado el jefe de la diplomacia saudí.

«Pero lanzar un ataque desde su propio territorio, si ese fuera el caso, nos pondría en una categoría diferente. Sería considerado un acto de guerra», ha advertido Al Jubeir. «Si siguen por ese camino, se arriesgan a una acción militar», ha apostillado.

No obstante, ha subrayado que «nadie quiere una guerra», sino que «todo el mundo quiere resolver esto de forma pacífica», apuntando que para ello «el resultado final debe ser acabar con las políticas agresivas de Irán».

Además, ha reiterado que «las políticas de apaciguamiento no funcionan con Irán» y ha mencionado entre ellas el mecanismo financiero diseñado por los demás firmantes del acuerdo nuclear para burlar las renovadas sanciones de Estados Unidos.

«Estas cosas solo les envalentonan», ha considerado. «Los iraníes tienen que saber que sus acciones tendrán consecuencias», ha defendido, avanzando que Arabia Saudí intentará conformar un frente común sobre esta idea en la próxima Asamblea General de la ONU.

Los incidentes con buques petroleros en el estrecho de Ormuz de este verano y los recientes ataques a instalaciones petroleras en Arabia Saudí son síntoma de la creciente tensión en el golfo Pérsico a raíz de la ruptura del acuerdo nuclear firmado en 2015.

Estados Unidos lo abandonó en 2018 recuperando las sanciones contra Irán, que ha respondido incumpliendo parte de los compromisos asumidos por virtud de este tratado internacional, que pasan por limitar el desarrollo militar de su industria atómica.