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Asamblea Constituyente abre una nueva era en la crisis de Venezuela

Caracas

La todapoderosa Asamblea Constituyente se instaló este viernes en Venezuela, en ausencia del presidente Nicolás Maduro, pese al rechazo internacional y de la oposición que aseguran amenaza la democracia.

«Se ha instalado una Asamblea Nacional Constituyente con poder para actuar (…) Empezaremos a actuar desde mañana. No se sorprendan», aseguró en su discurso la beligerante excanciller Delcy Rodriguez, de 48 años, quien tomó juramento como presidenta, vestida de rojo, con una bandera venezolana en la mano y la Carta Magna que se va a cambiar.

Con un gran retrato del fallecido presidente Hugo Chávez (1999-2013) y del libertador Simón Bolívar, Rodríguez ingresó, con el poderoso dirigente Diosdado Cabello y la primera dama Cilia Flores –también asambleístas–, al salón elíptico del Palacio Legislativo, ante los asambleístas elegidos y la plana mayor del chavismo.

(Video) Marcha contra Constituyente choca con policía en Caracas (AFP)

Este órgano plenipotenciario se instaló y comenzará a sesionar este sábado sin ser reconocido por una decena de gobiernos latinoamericanos, Estados Unidos y la Unión Europea. Y bajo serios cuestionamientos por acusaciones de «fraude» en la elección el pasado domingo de los 545 asambleístas.

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La Constituyente sesionará, por tiempo indefinido, en el salón elíptico frente al hemiciclo donde realiza sus debates el Parlamento de mayoría opositora.

«El pueblo hoy regresa a la Asamblea de donde no tenía que salir», dijo Euclides Vivas, de 72 años, con un distintivo en el pecho que rezaba «No al fascismo», en una marcha de simpatizantes del Gobierno en las afueras del Legislativo.

Pequeños grupos atendían el llamado a una marcha convocada en Caracas por la oposición, que considera la Constituyente un «fraude» con el que Maduro busca perpetuarse en el poder e instaurar un régimen comunista.

Según Maduro, su Constituyente sacará al país petrolero de la profunda crisis económica que agobia a los venezolanos con una escasez crónica de alimentos y medicinas, y una brutal inflación.

Poco antes de la instalación, el alcalde de Caracas Antonio Ledezma fue devuelto a su casa, en detención domiciliaria, tras haber sido encarcelado el martes con el opositor Leopoldo López.

Una partidaria del gobierno grita consignas a favor de la Asamblea Constituyente en Caracas, mientras se inicia su instalación el 4 de agosto de 2017. (AFP)

En un mensaje a la comunidad internacional, Rodríguez aseguró: «No se equivoquen (…). Los venezolanos resolveremos nuestro conflicto, nuestra crisis, sin ningún tipo de interferencia extranjera, sin ningún tipo de mandato imperial».

El Vaticano fue el último en sumarse a la demanda internacional de suspender la Constituyente por fomentar «un clima de tensión» e «hipotecar el futuro».

La flamante presidenta de la Constituyente arremetió en particular contra Estados Unidos, quien impuso sanciones a Maduro y otros 13 funcionarios, acusados de quebrantar la democracia, corrupción o violación de derechos humanos.

(Video) Constituyente no es para aniquilar adversario (AFP)

«Imperio, salvaje y bárbaro, no te metas con Venezuela , que Venezuela jamás desmayará ni se entregará», manifestó, entre aplausos.

La crisis venezolana será tratada por los cancilleres del Mercosur en Brasil el sábado y por ministros del continente en Perú la semana próxima.

Maduro afirma que su proyecto traerá paz a un país convulsionado por protestas que dejan unos 125 muertos en cuatro meses.

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En su discurso, Rodríguez advirtió a los dirigentes de la oposición, calificándolos de «fascistas», que les llegará la justicia.

«A la derecha violenta: Si no toma el camino democrático y de la acción política, se impondrá la Justicia», aseguró.

La legitimidad de la Constituyente fue cuestionada desde un inicio porque Maduro la convocó sin referendo previo y porque su sistema comicial, según los opositores, favorecía el control al gobierno.

Y esta semana recibió un duro golpe. La empresa Smartmatic, que dio soporte tecnológico a los comicios, denunció que el Consejo Nacional Electoral (CNE), según el cual votaron ocho millones de personas, «manipuló» e infló en al menos un millón la participación.

El proyecto avivó las protestas y fracturó al chavismo. La fiscal general, Luisa Ortega, confesa chavista, lo considera un «cheque en blanco» para satisfacer una «ambición dictatorial».

El Gobierno ha advertido que la Constituyente, encargada de sustituir con un nuevo texto la Carta Magna de 1999 impulsada por Chávez, se ocupará de la fiscal y los parlamentarios y dirigentes opositores.

Pese a que un 80% de venezolanos rechaza la gestión de Maduro y 72% su Constituyente, según Datanálisis, Maduro sacó adelante su proyecto con el apoyo de los poderes judicial, electoral y militar.

«Más que cambiar la Constitución, el objetivo es gobernar sin límites. Es el mecanismo de autocratización del gobierno (…), su salvavidas», declaró a AFP el analista Benigno Alarcón.

Aunque Maduro prometió que la nueva Carta Magna será sometida a referendo, la Constituyente tomará decisiones de aplicación inmediata.