La justicia de Nicaragua ha notificado al poeta y sacerdote Ernesto Cardenal que debe pagar una multa de 800.000 dólares (753.992 euros) en concepto de “daños y perjuicios” por una disputa relacionada con la propiedad de unos terrenos localizados en el archipiélago de Solentiname, donde Cardenal fundó su comunidad de pescadores, campesinos y artistas primitivistas y donde compuso El Evangelio de Solentiname (1975). El poeta ha calificado este caso como una «persecución política». De su lado se han puesto las principales voces de la literatura y la intelectualidad nicaragüense.
La notificación judicial se hizo pública el viernes. En ella se acusa a Cardenal de «daños y perjuicios, daños emergentes, lucro cesante, deterioro de bienes de propiedad y pérdida de activos ocasionados al incumplimiento de su obligación contractual».
Esta disputa legal tiene una larga historia. Cardenal adquirió unos terrenos en Solentiname, donde fundó, en 1966, una comunidad de campesinos a quienes, además de enseñarles a leer y escribir, les enseñó pintura y artesanía. La dictadura de Somoza destrozó la comunidad y, tras el triunfo de la revolución sandinista, en los años ochenta del siglo XX, esta fue reconstruida con fondos de la cooperación alemana, país solidario con el Gobierno revolucionario. Se construyó una biblioteca y una escuela para formar a líderes campesinos. En la década de los noventa, tras la derrota electoral del sandinismo, la Asociación para el Desarrollo de Solentiname decidió convertir las instalaciones de la escuela en un hotel, administrado por Alejandro Guevara, un campesino formado por Cardenal. Guevara murió y la asociación decidió nombrar a Nubia del Socorro Arcia Mayorga, su viuda, como administradora del hotel. Fuentes cercanas a Cardenal han explicado que años después la mujer reclamó el hotel como herencia y en 2002 decidió demandar al poeta.
Limbo legal
La propiedad quedó en un limbo legal, pero Arcia Mayorga mantuvo la administración del inmueble. La mujer pidió que la propiedad pasase a su nombre. Años después volvió a demandar a Cardenal por daños y perjuicios y un juez falló a su favor, con lo que ahora se le exige el pago de los 800.000 dólares. El abogado José Ramón Rojas Méndez, quien defendió al presidente Daniel Ortega cuando este fue acusado por violación por su hijastra, Zoilamérica Narváez, representa a Arcia Mayorga.
Ernesto Cardenal ha dicho que esta es una persecución política en su contra. El poeta es una de las voces más críticas del Gobierno de Ortega. Desde que este regresó al poder, en 2007, el poeta ha denunciado los desmanes del mandatario, que ha destrozado la frágil democracia del país en su afán de instaurar una nueva dinastía en Nicaragua, el país que durante más de 40 años sufrió la dictadura familiar de Somoza, a la que Cardenal se opuso con ferocidad. El poeta también se muestra contrario al proyecto del Canal Interoceánico, cuya concesión Ortega entregó al empresario chino Wang Jing. Cardenal, ministro de Cultura en los ochenta, ya tuvo fuertes roces con Rosario Murillo, esposa de Ortega y ahora convertida en vicepresidenta de Nicaragua.
Intelectuales condenan la sentencia
Escritores e intelectuales de Nicaragua se han pronunciado a favor de Ernesto Cardenal. “Es una persecución política, una persecución contra la libertad de expresión. Los poetas somos totalmente solidarios con Ernesto Cardenal”, dijo la escritora Gioconda Belli. “Es una injusticia terrible. Él ha sido fundamental para el desarrollo de Nicaragua”, señaló la poeta Lina Zerón.
