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El emir de Qatar condena el bloqueo al país y vuelve a pedir un diálogo «sin condiciones»

Publicado 20/09/2017 5:18:49CET

MADRID, 20 Sep. (EUROPA PRESS) –

El emir de Qatar, Tamim bin Hamad al Zani, ha condenado duramente este martes el bloqueo impuesto contra Doha por cuatro países árabes, a los que ha acusado de mentir para interferir en los asuntos internos del país, al tiempo que ha vuelto a apelar al diálogo.

«Estoy aquí mientras mi país y mi pueblo son sometidos a un bloqueo continuado e injusto impuesto el 5 de junio por los países vecinos –en referencia a Arabia Saudí, Bahréin, Egipto y Emiratos Árabes Unidos (EAU)–«, ha dicho, durante su participación en la Asamblea General de Naciones Unidas.

«El bloqueo fue impuesto de forma abrupta y sin advertencia, llevando a los qataríes a considerarlo como un tipo de traición», ha indicado, agregando que los responsables «pretendían causar un impacto directo que arrodillara a Qatar para capitular ante un tutelaje impuesto».

El emir qatarí ha lamentado que «lo que es peor es que los que planearon el bloqueo consideraron necesario basarse en declaraciones falsas» que le fueron atribuidas tras un ‘hackeo’ de la agencia estatal qatarí de noticias, QNA.

«A pesar de que se expuso el ‘hackeo’ y la falsificación de las declaraciones (…) estos países no dieron marcha atrás no pidieron perdón por mentir, sino que intensificaron su campaña», ha denunciado.

Así, ha acusado al cuarteto de «cometer un asalto contra un Estado soberano (…) con fines políticos», recordando además que «fueron incluso más allá y empezaron a juzgar a sus propios ciudadanos y residentes (…) por mostrar simpatía con Qatar».

«Los países que impusieron el bloqueo contra Qatar interfieren en los asuntos internos de muchos países, y acusan de terrorismo a los que se oponen a ellos a nivel interno y externo», ha criticado Al Zani.

«Al hacer esto, dañan la lucha contra el terrorismo, al tiempo que se oponen a la reforma y apoyan a regímenes tiránicos en nuestra región, en cuyas prisiones se inician los terroristas», ha manifestado.

Pese a las críticas al cuarteto, ha destacado que «resolver los conflictos de forma pacífica es una de las prioridades de la política exterior» del país, abogando por «un diálogo sin condiciones basado en el respeto mutuo por la soberanía».

El emir qatarí ha recordado que «Qatar ha luchado contra el terrorismo, sigue luchando y lo seguirá haciendo», resaltando que «el terrorismo y el extremismo están entre los desafíos más graves a los que hace frente el mundo».

«Para hacerle frente es necesaria una acción concertada contra las organizaciones terroristas y su ideología extremista, de forma que se pueda mantener la seguridad de la humanidad y la estabilidad en el mundo», ha dicho.

LA CRISIS DIPLOMÁTICA

Los gobiernos de Arabia Saudí, EAU, Bahréin y Egipto anunciaron en junio la ruptura de sus relaciones diplomáticas con Qatar, acusando a Doha de «apoyar el terrorismo».

A la medida se sumaron después Maldivas, Mauritania, el gobierno de Yemen reconocido internacionalmente, encabezado por Abdo Rabbu Mansur Hadi, y el gobierno asentado en el este de Libia. Asimismo, Jordania y Yibuti han reducido su representación diplomática en Doha.

Qatar ha reiterado en numerosas ocasiones su disposición a negociar con estos cuatro países para lograr un acuerdo, si bien todos ellos han manifestado que sus exigencias «no son negociables», reclamando a Doha que las acepte en su totalidad para solucionar la situación.

Las tensiones entre Qatar y varios países del Golfo se han deteriorado en los últimos meses, a raíz de que QNA publicara unas declaraciones del emir en las que criticaba la postura de los países del Golfo contra Irán y hablaba de «tensiones» con Estados Unidos.

Inmediatamente después, QNA denunció haber sufrido un ataque informático y negó la veracidad de la nota publicada, pese a lo cual medios de Arabia Saudí y EAU continuaron informando acerca de las presuntas declaraciones de Hamad bin Jalifa al Zani.

Este hecho provocó las críticas de Doha, lo que llevó a varios países –Arabia Saudí, EAU, Egipto y Bahréin– a bloquear el acceso a diversos medios qataríes, entre ellos Al Yazira.

Posteriormente, el fiscal general de Qatar, Alí bin Fetais al Marri, anunció que Arabia Saudí y sus aliados fueron los responsables del ataque informático contra QNA.

Las relaciones entre Qatar y otros países del Golfo ya sufrieron un periodo de tensión en 2014 debido al supuesto apoyo de Doha a Hermanos Musulmanes, organización ilegalizada en la mayoría de los países del golfo.

Sin embargo, en dicha ocasión las medidas no fueron tan duras, y sólo implicaron la retirada de los embajadores. En esta ocasión, ha supuesto además la expulsión de ciudadanos del país, así como el cierre de las vías a medios de transporte llegados de Qatar.